CGT ha denunciado formalmente que las condiciones de muchos centros educativos públicos andaluces no se ajustan a lo dispuesto en el Real Decreto 486/1997: en invierno hay aulas que están a menos de 17 ºC y en verano se alcanzan temperaturas superiores a los 27 ºC. Esta normativa no afecta solamente a las aulas, sino también a oficinas, talleres, pasillos, escaleras, servicios, locales de descanso, de primeros auxilios, comedores o cualquier otro local en que el personal deba permanecer o pueda acceder por razones de trabajo.
Para que lo dispuesto en el BOJA se convierta en realidad, es urgente llevar a cabo un plan de inversión en placas solares, aislamientos, ampliación de espacios verdes, energías alternativas y filtrado de aire para que se pueda mantener una climatización adecuada y acorde a la Ley de bioclimatización.