En los últimos años la privatización de la educación en Andalucía ha alcanzado niveles alarmantes. Son muchas las unidades suprimidas unas 600 al año y los centros cerrados. La Junta de Andalucía alega motivos demográficos y la necesidad de llevar a cabo recortes en materia educativa (impuestos según ellos por el Gobierno central), pero estos recortes no alcanzan a las aulas concertada, las cuales no solo se han mantenido, sino que, incluso, han aumentado.