Control de presencia, geolocalización, recopilación de comentarios en redes… George Orwell se queda en pañales.
La Junta de Andalucía se plantea usar sistemas de inteligencia artificial para recopilar y analizar comentarios de sus trabajadores en redes sociales. Su idea es disponer en un archivo del «genoma del funcionario», donde figuren intereses e ideas expresados en las redes. El supuesto propósito de la utilización de este archivo es facilitar el encaje y la promoción del funcionario, según ha declarado Ana María Vielba, Secretaria General para la Administración Pública, en una presentación del Anteproyecto de Ley de Función Pública (a partir del minuto 7). Se da la circunstancia de que en el anteproyecto no se dice una sola palabra de esto del genoma.
«Queremos saber qué le preocupa al funcionario […] Esto significa que todo aquello que tenga puesto en sus perfiles públicos puede ser utilizado para poderle dar el puesto de trabajo al que él desea acceder». La Junta emplearía esa información recopilada mediante sistemas de inteligencia artificial: ahora que ha firmado acuerdos con Google y Microsoft, ¿qué menos?
¿Qué fue de la igualdad, el mérito y la capacidad?
¿Para qué hacen falta si se pueden suplir con una intromisión en tu esfera privada? La Secretaria General insiste: «Todo eso a través de la inteligencia artificial lo vamos a tener en el perfil de cada uno de los funcionarios […]. Cuando se presente a una plaza tendremos su currículum, su capacitación, su formación y además lo que le interesa y de verdad sabe hacer”. Sus declaraciones no pueden ser más ofensivas. No obstante, se ufana diciendo que se trata de un proyecto pionero y muy innovador. Sí: pionero en pisotear la intimidad de los empleados públicos e innovador porque nos va a controlar las 24 horas los 365 días del año.
En CGT no vamos a tolerarlo y para ello tomaremos todas las medidas que sean necesarias.
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