Traemos a colación esta gran frase de José Antonio Labordeta ante la falsedad, la mentira y la manipulación política.
CGT ve necesario hacer todo el ruido posible ante el proceso privatizador y de degradación de la educación pública. Al ruido, entendido como contaminación acústica, es a lo que usted nos tiene acostumbrados con sus declaraciones, con consecuencias nocivas para nuestra salud.
Sr. Imbroda, olvidó contar a los medios las oscuras razones por las que nos oculta los datos de escolarización y cierre de unidades previstos para el curso que viene a los sindicatos que como CGT llevamos semanas pidiéndoselos reiteradamente. ¿Es esta su tan cacareada transparencia? ¿Es esta su manera de ayudar a dar tranquilidad y estabilidad?
Claro que el sistema público necesita estabilidad, precisamente todo lo contrario de lo que su gobierno está provocando con el cierre sistemático de unidades públicas frente al crecimiento de las unidades concertadas de Infantil y Primaria con un único criterio economicista para acelerar un proceso privatizador que favorezca a empresas como el MEDAC que usted fundó.
Claro que ha descendido la natalidad, pero eso no significa ni que haya que cerrar más unidades ni que se aproveche este hecho para deteriorar nuestra educación pública aumentando las ratios de alumnado en nuestros centros.
Es lamentable que nos pida tranquilidad cuando, desde los datos que aporta el Ministerio de Educación y que detallamos a continuación, vemos que somos la comunidad que más unidades públicas cierra, que más rápido avanza en la privatización y que menor atención educativa del profesorado e inversión económica dedica a su alumnado. Sabemos que unas ratios bajas son garantía de buenos resultados y usted se dedica a aumentarlas sistemáticamente, comenzando curso tras curso con ratios ilegales.
¿Le molesta el ruido? Está claro que la tranquilidad y estabilidad que usted nos pide es para que no le molestemos en su empresa privatizadora y de degradación de lo público.
¿Que este año hay más profesorado? Vergüenza le debería dar no haber invertido todo el dinero que ha transferido el gobierno central en mejorar la precaria situación educativa que ha provocado la pandemia. ¿Dice usted 7.000 docentes más? En el sistema de provisión de interinidades (SIPRI) solamente encontramos 5590 en todo el curso: 1410 (más del 20%) son para la privada concertada. No juegue con los números.
Le detallamos a continuación los datos del Ministerio de Educación que desacreditan totalmente sus palabras, que de nuevo no hacen sino intentar vendernos humo para no asumir su incompetencia:
Estos son los datos del traspaso de los recursos públicos a empresas privadas en la etapa de Infantil 2º Ciclo:
Se han destruido 1.601 unidades públicas y se han aumentado en 35 las unidades concertadas, que son inmunes a los cierres pese a perder más de 1.700 alumnos/as matriculados en ese período. Es evidente un proceso de privatización educativa consciente e interesado por parte de la Junta de Andalucía en esta etapa desde hace una década.
De forma paralela al proceso privatizador se avanza en la degradación. No se ha querido aprovechar el descenso de natalidad que, sin necesidad de un aumento de inversión, hubiera permitido bajar ratios y mejorar la atención educativa del alumnado. La opción elegida ha sido la contraria, mantener unas elevadas ratios de alumnado en las aulas y un insuficiente horario de atención educativa muy por debajo de la media del resto de comunidades autónomas.
Peores son los datos de la Educación Primaria, en la que se han cerrado 1.227 unidades públicas, el 99% del total, frente a 16 unidades concertadas en los últimos cuatro cursos.
La ratio de alumnado/profesorado a tiempo completo de los centros de Primaria en Andalucía es de 15,7, la más alta con diferencia de todo el estado. Y por si esto fuera poco, en los últimos cuatro años con datos oficiales del Ministerio la ratio se ha incrementado exponencialmente en Andalucía frente al descenso generalizado en el resto de comunidades.
El descenso de natalidad por el que justifica el cierre de unidades solamente ha afectado a la educación pública, con casi 3.000 unidades menos en pocos años. Además, este cierre de unidades se está aprovechando sistemáticamente para degradar los centros públicos, incrementando de forma significativa el número de alumnado por docente en estas etapas frente a la tendencia descendente en el resto de comunidades autónomas.
¿Es esta la tranquilidad y estabilidad que considera precisa la educación pública? Pues se asemeja mucho a la tranquilidad y estabilidad interna de su partido…” La calma que precede a la tempestad”.
Váyase, señor Imbroda, con su privatización y degradación a cualquier otro lugar y deje de ensuciar nuestra educación.