El Parlamento Andaluz admite a trámite la ILP sobre la estabilidad de los interinos y da la razón a una de las reivindicaciones históricas de FASE-CGT

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Jueves, 26 de septiembre de 2019

El Parlamento Andaluz admite a trámite la ILP sobre la estabilidad de los interinos y da la razón a una de las reivindicaciones históricas de FASE-CGT

El pasado miércoles, el Parlamento andaluz admitió a trámite la iniciativa legislativa popular (ILP) que persigue estabilizar el empleo de casi 30.000 trabajadores interinos de la Junta, a través de una oferta pública de empleo mediante un proceso selectivo exclusivamente por un concurso de méritos para interinos.
Con los votos favorables del PSOE-A y Adelante Andalucía y la abstención del PP-A, Ciudadanos (C’s) y Vox, el Pleno del Parlamento de Andalucía ha dado luz verde a la tramitación de una ILP cuyo objetivo es dar estabilidad al empleo de casi 30.000 trabajadores interinos de la Junta de Andalucía mediante un concurso de méritos.

Desde la Federación Andaluza de Sindicatos de Enseñanza (FASE-CGT) se muestran optimistas ante este hecho y afirman que la Administración Pública lleva años abusando de la figura del interino, cuyo nombramiento está supeditado, según el artículo 10 del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), a las siguientes circunstancias: a) La existencia de plazas vacantes cuando no sea posible su cobertura por funcionarios de carrera; b) La sustitución transitoria de los titulares o c) La ejecución de programas de carácter temporal, que no podrán tener una duración superior a tres años, ampliable hasta doce meses más por las leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo de este Estatuto.

Según el sindicato, es la propia Administración la que incumple el Estatuto e impide la estabilización del personal docente interino, ya que se cuentan por miles los profesores que llevan años ocupando plazas vacantes que no son sacadas a concurso público: «llevamos mucho tiempo denunciando esta situación de injusticia. Los interinos cuentan con experiencia de la que no se debería prescindir. Se dedican a sus labores docentes como sus compañeros funcionarios de carrera y además, en años alternos, a preparar unos exámenes que ya han superado en varias ocasiones. La Junta maltrata a estos trabajadores en fraude de ley y a los que considera de segunda clase, por eso, bajo el lema «Quienes están se quedan», el curso 2017-2018 comenzamos con movilizaciones que cristalizaron en una huelga desde el tercer trimestre hasta el 31 de julio que puso en jaque al gobierno andaluz y que llevó a la Consejería de Educación a nombrar unos servicios mínimos ilegales, tal como indicó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).»

En esta huelga, el sindicato FASE-CGT dio voz y apoyo a los docentes interinos que reclamaban justicia ante su situación: «Además del desgaste que supone tener que preparar una y otra vez unos exámenes de oposición y la incertidumbre y desestabilización familiar que crea no saber cuál va a ser el destino el curso próximo, los interinos tienen que aguantar que los sindicatos mayoritarios los acusen de vagos y de no querer estudiar, cuando la realidad es que en los últimos diez años hemos asistido a situaciones como la paralización de las oposiciones, en 2012 o una oferta de empleo público casi simbólica, como en 2014.»

El panorama político y económico nos ha llevado a una situación extraordinaria en la que casi el 25% del profesorado andaluz de centros públicos es interino. Esta anomalía está recogida en el artículo 61 del EBEP, donde se prevé que ‘sólo en virtud de ley podrá aplicarse, con carácter excepcional, el sistema de concurso que consistirá únicamente en la valoración de méritos.

Preguntado por la discriminación que supondría un concurso de méritos para las personas aspirantes que aún no hayan prestado servicios a la Consejería de Educación, FASE-CGT responde que «nosotras reclamamos la doble vía como acceso a la función pública, que daría posibilidad tanto a que las personas no interinas optasen a un puesto docente en los centros públicos como a las interinas a consolidar su trabajo. En definitiva, se trata de invertir más en educación y no sustituir unos trabajadores por otros, sino dar cabida a todos, porque solo invirtiendo en recursos humanos y estabilizando las plantillas podremos mejorar la educación de los centros públicos.»