A inicios de agosto fue noticia este centro por los desperfectos que acumulaba (rotura de árboles, de una canalización, del suelo; humedades, puertas que no se podían cerrar, alcantarillas atascadas que formaban charcas, una cornisa que se cae a pedazos, etc.). En septiembre, denunciamos su situación para que las palabras del alcalde tras su visita el 14 de agosto no fueran papel mojado.
Han pasado siete meses
En este tiempo, se han eliminado las humedades y arreglado la cornisa rota. Además, se han pintado las pistas traseras del edificio: una, con pintura roja, ha quedado bien; la otra, con pintura verde, no, pues presenta charcos y se descompone con solo pisarla. La zona de transición entre una y otra no se ha pintado y está en condiciones, como estaría aquella si no se hubiera pintado de verde. Consecuencias: chiquillos que se resbalan y que, en el mejor de los casos, se empapan si no se hacen también daño. El hecho de que se hayan pintado ha supuesto que las actividades deportivas de la tarde han tenido que empezar dos meses después de lo habitual.
Entretanto, se mantienen las lagunas que se forman en torno a dos alcantarillas situadas en el lateral del edificio (no sabemos a qué está esperando el Ayuntamiento para desatascarlas). Además, resultado de una intervención de una empresa subcontratada por el Ayuntamiento, se ha atascado la única fuente que tiene el colegio debido al vaciado en la misma de cemento usado en la colocación de unas rejillas. Por un error de quienes las ponían, no quedaban bien sujetas y optaron por sellarlas, lo cual impide quitarlas para limpiar los restos de hojas que se depositan en su interior. ¿Qué hicieron con el cemento? Tirarlo en la fuente. Así de sencillo.
Si en septiembre había una cuba en el patio, ahora hay otra de unas dimensiones mucho mayores (ocupa aproximadamente la mitad de la fachada del colegio), con el consiguiente riesgo para quienes pasan alrededor.
Un despropósito municipal
En estos meses se ha vivido una situación absurda, según testimonios de familias del centro. Técnicos del Ayuntamiento licitaron unas obras de pavimentación, solería y colocación de puertas que comenzaron el 30 de diciembre. Semanas después, se paralizaron porque otros Técnicos del mismo Ayuntamiento, del despacho contiguo, licitaron otra relativa a los baños y argumentaban que se verían afectadas las obras previas, cuya instalación de puertas, por ejemplo, habría sido inútil. No fueron capaces de intercambiar la información personas que trabajan una al lado de la otra. La falta de coordinación es para desencajar mandíbulas. Ahora, no se están realizando ni las obras de la licitación primera ni las de la segunda.
Desde CGT recordamos al alcalde que hay obras previstas y presupuestadas desde 2020 para el CEPR Buenavita. Exigimos que se lleven a cabo ya. El alumnado, las familias y la plantilla de este colegio no merecen menos.
