Un gol de 5,4 millones de euros, marcado en el tiempo de descuento a la Selección de Educación por parte de la de Deporte, sanciona el pase a semifinales de Javier Imbroda, que tendrá que enfrentarse con los responsables de Educación de Murcia, Cataluña y Madrid para dilucidar el vencedor de esta competición.
Crónica del partido enviada por la corresponsal de deportes de FASE CGT, Ana Arquista.
El hecho de que Javier Imbroda fuera el entrenador de los dos equipos que competían para pasar a semifinales representando a Andalucía no resta mérito a su victoria. El duelo entre las Selecciones de Educación y Deporte se decidió in extremis con una jugada de estrategia magistral ejecutada por la Agencia Pública de Educación, que llegó con el balón hasta la línea de fondo para ejecutar un pase de la muerte que el Consejo de Gobierno andaluz remató a puerta vacía (Educación jugaba sin portero debido a los recortes).
Pese a las reclamaciones de fuera de juego, el Presidente Moreno recurrió al BAR para dar validez a la jugada, alegando que los 5,4 millones de euros detraídos del presupuesto de Educación para adaptar el Estadio de la Cartuja a la normativa UEFA de cara a la próxima Eurocopa podrán ser retornados en su momento “si hace falta”. Tras tomar la decisión, pidió otra ronda para celebrar el gol.
La partida de la que se han tomado “prestados” esos 5,4 millones de euros corresponde al presupuesto destinado a bonificar el precio público de las guarderías y el servicio de comedor, y como, al parecer, el año pasado sobró dinero podría darse el caso de que incluso no fuera necesario retornar el dinero a Educación. Como todo el mundo sabe, la Educación Pública andaluza padece un mal crónico de “sobrefinanciación”, y cuando sobra dinero de alguna partida la Consejería de Educación no encuentra forma de quitarse de encima el exceso de fondos.
“Lo de transferir fondos de Educación a obras en un estadio de fútbol nos evita papeleo y tener que tomar decisiones sobre el destino de ese dinero” —ha declarado un miembro del cuerpo técnico del Seleccionador Imbroda, que prefiere permanecer en el anonimato.
Las críticas a este desvío de fondos educativos a las obras del Estadio de La Cartuja, según fuentes de la Consejería, provienen de grupos de radicales y ultras sobradamente conocidos por los altercados que originan en sus concentraciones y manifestaciones, y afirman que están orquestados por peligrosos grupos anarquistas, como el Sindicato CGT, que precisamente ha convocado una jornada de huelga general de los Servicios Públicos de Andalucía el 28 de mayo.
Los rivales a los que deberá enfrentarse el Seleccionador Imbroda para conseguir el título estatal de Campeón de los Recortes Educativos son huesos duros de roer, pero la casa de apuestas VETe lo sitúa como principal candidato a la victoria junto al Consejero de Educación de Madrid, Enrique Ossorio, que se ha plantado en semifinales tras convertir a Madrid en la primera Comunidad Autónoma en recortar en educación durante la pandemia. La gran sorpresa puede darla la consejera de Educación de Murcia, Mabel Campuzano, que ha llegado a semifinales con una brillante jugada de recortes en ortografía y planea la estrategia del “cheque escolar” para iniciar el derribo de la Educación Pública murciana (a excepción de los muros imprescindibles para colgar crucifijos).
Hasta aquí, ¿todo ficción? El esperpento parece que se está convirtiendo en la única manera de describir la realidad educativa de Andalucía y de gran parte de las comunidades autónomas de España.
Se atreven a decir que es una decisión estratégica; sí, la estrategia está clara: dinamitar la educación pública. El argumento de que los 5,4 millones desviados de Educación a las obras del Estadio de la Cartuja pueden ser retornados, “si hay necesidad”, porque el año pasado sobró dinero de la partida de bonificaciones para guarderías y servicios de comedor, nos parece un insulto a la comunidad educativa andaluza, que contempla día a día tantas penurias y falta de recursos en los centros públicos. Si a la Consejería de Educación no se le ocurre en qué gastar esos 5,4 millones de euros que parecen sobrarle, hagan una encuesta de satisfacción en los centros educativos, y tal vez encuentren infinidad de cosas a las que podrían destinar ese dinero.
En cualquier caso, cuando un equipo va mal, se suele cesar al entrenador, y no a la plantilla. Nuestra Consejería de Educación funciona al revés: mantiene al entrenador y se apresta a despedir a buena parte de la plantilla. ¿Cuándo contará el personal interino con cláusulas de rescisión que impidan su marcha?
¡IMBRODA, DIMISIÓN! ¡LO PIDE LA AFICIÓN!