No tiene sentido que parte del personal más vulnerable esté todavía por vacunar. La administración educativa no puede postergar más esta cuestión.
Sabemos que las decisiones se toman en la Consejería y las Delegaciones Territoriales de Salud y Familias, pero no se puede dilatar más este tema. Si los mensajes archirrepetidos son que hay vacunas suficientes, que se va a velocidad de crucero, etc., ¿a qué están esperando? Este sector del personal docente se siente discriminado y considera que se produce un agravio comparativo con el resto.
Otro cantar es el del personal de riesgo sin vacunar o al que le quieren suministrar AstraZeneca, que (según la patología de que se trate en cada caso) puede estar contraindicada, pero eso no se está teniendo en cuenta porque no hay unas instrucciones al respecto. Desde antes de inicio de curso hemos denunciado la situación de desprotección de este personal, más vulnerable que ninguno.
La Administración debe proteger la salud y velar por la seguridad de toda su plantilla.
Exigimos una solución inminente, que debe pasar por una planificación clara y no por la improvisación.