Ni bajada de ratios ni contratar a más personal: la solución a los problemas de la educación andaluza es repescar a docentes jubilados.
Después de la jornada de huelga del 14 de mayo, esto es lo mejor que se le ha ocurrido a quienes están al frente de la consejería.
Según el proyecto de decreto, el profesorado jubilado podría llevar a cabo funciones de orientación e incluso dar clases.
Se abre así una vía para que esta figura emérita (no negarán que suena bien) pueda desempeñar tareas propias del profesorado en activo; nada mejor para tapar el déficit de personal sin necesidad de gastar un euro ni aumentar las plantillas.
Esto es justo lo que necesita la educación andaluza. Muchas gracias, señora consejera. Como usted, sin duda, sabe, nadie quiere jubilarse a los 60 (¡qué frivolidad!); la gran mayoría de docentes desea hacerlo a los 67 (es un clamor);
incluso se ha puesto de moda pedir prórroga hasta los 70.
Ya, de paso, aproveche para ofrecer este chollo al personal de limpieza jubilado (el que aún quede que no pertenezca a alguna empresa multiservicios), al administrativo y a ordenanzas también jubilados. Así se distraen un poco. En el fondo, les haría usted un favor. Es de sobra conocido que en estos tres tipos de puesto hay una sobredotación insultante en los centros educativos públicos andaluces.
Un sencillo ejercicio
Sustituya “eméritos” y ”jubilados» por “interinos” e “interino».
«El objetivo es prestigiar la carrera docente aprovechando para el sistema el talento y la experiencia de los profesores eméritos».
«La experiencia acumulada por el personal docente jubilado es un recurso beneficioso para la comunidad educativa que debe ser aprovechado en los centros».
Para la consejería, lo de prescindir del personal interino que lleva muchos años dando clases parece que no es perder experiencia. Simples aficionados.
La medida también puede servir para bajar la ratio de estudiantes/docentes. (Aplausos.)
Aunque las suyas son brillantes, le regalamos un par de ideas:
Podrían momificar a docentes que mueran y colocarlos en los centros. Muy económico. Para vigilar los pasillos estaría muy bien. Una momia por pasillo.
Y para los que todavía tengan cierta movilidad, un andador con pelota de tenis en las patitas para no arañar el suelo.