El Sindicato de Enseñanza CGT se pronuncia en contra de los actos fascistas que han tenido lugar esta semana en la Universidad de Granada y en la Universidad de Sevilla.
Esta semana, la exdiputada de extrema derecha, Macarena Olona asistió al Paraninfo de Derecho de la Universidad de Granada para dar una conferencia. Un grupo de unos 25 estudiantes se opusieron a este acto de manera pacífica, pero la ultraderechista Olona, en actitud provocadora, se lanzó sobre los estudiantes y llegó incluso a agarrar a uno del pelo, como se ve en las imágenes grabadas.
En ese momento, la policía cargó con los estudiantes, defendiendo así a la reaccionaria Macarena Olona con el beneplácito del rector de la UGR, quien permitió la entrada de los antidisturbios a la facultad como si estuviéramos en plena dictadura franquista.
Dos estudiantes, salieron por la tarde de las dependencias policiales con cargos.
También esta semana, en la Universidad de Sevilla, el profesor de Derecho Constitucional, Joaquín Urías, ha sido intimidado y amenazado. Primero, se encontró en su despacho unas pintadas que decían “EL VALLE NO SE TOCA”, junto a la firma “JFE-SEU” (Juventud Falangista Española-Sindicato Español Universitario), además de varias pegatinas del mismo grupo. A la mañana siguiente, un alumno de extrema derecha lo increpó diciéndole que “quien siembra vientos recoge tempestados” y que “los rojos fusilados fueron bien fusilados”.
Desde el Sindicato de Enseñanza CGT, apoyamos a los estudiantes afectados de la Universidad de Granada y al profesor Joaquín Urías y manifestamos nuestra absoluta repulsa hacia los actos provocadores de Macarena Olona y del JFE-SEU. Así mismo, lamentamos que desde la Universidad de Granada se haya dado espacio para que una persona abiertamente fascista, racista y machista como Olona esparza su discurso de odio y que se haya permitido la entrada a los antidisturbios. Igualmente, instamos a ambos rectorados a que tomen las medidas oportunas para que no vuelvan a suceder acontecimientos como los de esta semana, que suponen el menoscabo de la memoria democrática.