A raíz de la noticia publicada el 22/04/2020, han surgido muchas dudas y preguntas entre la afiliación. Hacemos algunas aclaraciones al respecto.
Al personal funcionario que ingresó hasta el año 2011 (perteneciente a clases pasivas) su pensión no se la paga el fondo de pensiones (Seguridad Social) sino que se hace con partidas de Hacienda del presupuesto general. Quienes ingresaron a partir de esa fecha cotizan a la seguridad social a efectos de jubilación y pertenecen a MUFACE para la asistencia sanitaria. Con este cambio, las partidas presupuestarias propias para clases pasivas pasan a Seguridad Social y podrían usarse, por ejemplo, para el pago de las pensiones. Parece, por tanto, una operación de reequilibrio financiero.
Mientras otras organizaciones se han lanzado a decir que no pasa nada, desde CGT estamos a la espera de confirmar determinados aspectos con nuestro gabinete jurídico para que nos informe en qué puede afectar a la edad de jubilación y a las bases de cotización.
Clases pasivas es un organismo a extinguir. Lo normal hubiese sido esperar hasta que la última persona funcionaria que hubiese entrado con ese régimen dejase de cotizar. Por otra parte, MUFACE sigue existiendo: la Seguridad Social no puede absorber la gestión de unos 3 millones de personas de esta mutualidad en toda España. A quienes trabajan propiamente en MUFACE sí podrían reubicarlos: el problema es el volumen de gestión que manejan.
Es posible que en el futuro más o menos cercano las nuevas personas que se hagan funcionarias pasen íntegramente a formar parte de Seguridad Social (a efectos de jubilación ya ocurre pero aún no para tratamiento sanitario).