Un mal día para la unidad de la lucha obrera

0
479

Cuando se pretende comenzar a negociar un convenio colectivo y la representación de las personas trabajadoras precisan de asesoramiento laboral es imprescindible que quienes pueden prestarlo asistan a las negociaciones. La empresa Recolte pretendía sentarse con los miembros del comité de empresa y sus asesores laborales, cuando, de manera intempestiva, Inmaculada Ortega en representación, dice ella, de CCOO, ha impedido la asistencia de asesores de CGT en la reunión, amparándose en la propiedad del edificio sindical, que es donde se dio cita la comisión negociadora. Poco que añadir, salvo que en los juzgados se solventará esta inaceptable falta de consideración hacia quienes deben realizar su tarea sindical y al colectivo de trabajadoras y trabajadores de Recolte. Menos aún cuando los tiempos de la dictadura y el sindicato vertical parecían haber desaparecido. Estas prácticas autoritarias, este trato vejatorio, este acoso sindical se sustenta en que ven como las personas trabajadoras ya no confían en ellos. Los ánimos en CCOO van decayendo y el nerviosismo, de quienes viven sin trabajar de las subvenciones y permisos sindicales, se hace cada día más evidente. Luchan (así se lo toman) por cada palmo de representación sindical, porque la vida (la buena vida de ellas) le va en ello. Ni defienden (porque así se ganan la vida) ni dejan a otras personas ayudar a defenderse a quienes trabajan en condiciones cada vez más precarias, cada vez más esclavas.

Basta que se invoque un asesoramiento a CGT, a lo que la empresa no pone objeciones, para que se desarrolle una práctica fascista, digna de la mejor escuela de camisas pardas o negras. Y te echan del local, porque dicen ser los propietarios, cuando están de prestado, y encima se dedican a predicar la unión en la lucha sindical. ¿De qué lucha están hablando? Cuando no se quiere que alguien esté presente ¿será por algo? ¿Qué se pretende ocultar en la negociación?

Un mal día para la unidad de la lucha obrera.

Fdo Rafael Fenoy Rico