El profesorado interino es maltratado sistemáticamente por el sistema. A la incertidumbre por no saber si trabajará o no y dónde, las búsquedas de piso frenéticas, las mudanzas, la urgencia por adaptarse al nuevo centro y alumnado, el estrés de las oposiciones y la imposibilidad de conciliar la vida laboral con la vida personal y familiar, se suma este curso un concurso de méritos injusto que dejará un reguero de docentes en el paro.
Hay tantos casos como personas, pero a todas les une lo mismo: un sentimiento de impotencia enorme.
Es el caso de nuestra compañera Loli, profesora de Procesos y Productos en Artes Gráficas y cuya carta dejamos aquí para que puedas leerla.