Javier Imbroda y la Consejería de Educación quieren aparentar organización, inversión y contratación en un momento tan convulso como la pandemia. Nos engañan con cifras y datos falsos, y por ello desde CGT nos ponemos en marcha para encontrar la verdad y ofrecer cifras fiables.
A 24 de febrero de 2021, según el Portal de Transparencia, había 101009 docentes ocupando un puesto adjudicado a través de SIPRI (de este listado hemos eliminado al profesorado de religión y de los cuerpos 509 y 510, que aparece en el listado del Portal de Transparencia pero no ocupan plazas adjudicadas mediante SIPRI). Según la plantilla oficial de funcionamiento de la Consejería de Educación para el curso 2020/21, hay 106010 plazas docentes que deberían estar cubiertas.
En resumen, en febrero había 5001 docentes menos en activo de los que se recogían en plantilla. Es decir, hay 5001 puestos que no están siendo ocupados, 5001 docentes interinos que no están siendo convocados y multitud de alumnado sin profesorado que le imparta clase.
Los datos de SIPRI, aunque con algunas lagunas que ya hemos comentado en otras ocasiones, nos arrojan cifras que no dejan lugar a dudas de cómo se está trabajando en la contratación de personal docente.
En el primer trimestre se realizaron 18 convocatorias y en el segundo, 17. Pero a pesar de que haya habido prácticamente la misma cantidad de llamamientos, lo cierto es que en el segundo trimestre se han producido 6833 sustituciones frente a las 11983 del primero.
¿Cómo es posible que nos vendan esa “gran contratación” de docentes cuando en realidad ha habido prácticamente la mitad de sustituciones que el trimestre anterior, cuando sabemos por datos del Portal de Transparencia que faltan 5001 puestos por cubrir? La situación es especialmente llamativa si tenemos en cuenta que seguimos estando en plena pandemia y que a principios de 2021 sufrimos una tercera ola con mayor incidencia de casos y más virulenta que las anteriores.
Temporada de rebajas
Si nos fijamos en las especialidades con más movimiento se confirma este descenso:
| Especialidad | Sustituciones 1. º trimestre | Sustituciones 2. º trimestre |
| 590004 Lengua Castellana y Literatura | 602 | 308 |
| 590006 Matemáticas | 452 | 209 |
| 590011 Inglés | 486 | 281 |
| 597031 Educación Infantil | 1424 | 722 |
| 597038 Educación Primaria | 1931 | 1065 |
En los centros se han encontrado con muchos profesores ausentes y sin cubrir, y esto ha dado lugar a que las directivas hayan encomendado a las personas que están en puestos de apoyo COVID funciones de sustitución de aquellos docentes ausentes, cuando esta no es su labor. ¿No será que es esta la estrategia de la consejería desde el principio? Usar al personal contratado en puestos COVID como sustitutos y no como personal de apoyo en los centros educativos. ¿Será esta la razón por la que no se les incluyó a principio de curso en las plantillas docentes de los centros? Como si de mercancía se tratara, para la consejería lo importante es ahorrar aún más presupuesto reduciendo las contrataciones. Pues si ya existe un profesorado que puede “cuidar” de los alumnos en las horas de guardia, ¿para qué contratar a sustitutos y que el alumnado pueda continuar con su proceso de aprendizaje?
No contentos con esta rebaja y en su empeño de abaratar costes, la última convocatoria del trimestre de SIPRI ha sido un despropósito: nos han querido vender como un ejemplo de su buena voluntad la convocatoria del 24 de marzo, una semana antes de las vacaciones de Semana Santa, pero sin decirnos que las dos convocatorias de la semana anterior iban a desaparecer. Y claro, al adjudicar las plazas de dicha convocatoria del 24 de marzo, nos encontramos con que, de 533 sustituciones convocadas, se han adjudicado tan solo 445. O sea, 88 sustituciones menos de las que deberían haberse cubierto.
No nos queda más que preguntarnos a dónde se ha destinado ese presupuesto extra. ¿Dónde están esos 5000 docentes menos que deberían estar en activo? ¿Por qué SIPRI y el Portal de Transparencia no nos ofrecen los mismos datos que la consejería? ¿Se confirman las dos caras de SIPRI?