Es probable que esta semana sindicatos y consejería tras la huelga del 18S y una nueva reunión de la Mesa Sectorial salgan a los medios vendiéndonos como un gran éxito un acuerdo para la contratación de algunos docentes más.
CGT denuncia que cualquier acuerdo que no pase por una bajada generalizada de la ratio y aumento de la inversión es abocar a la educación pública a su degradación y marginalidad frente a los centros privados concertados. Migajas para hoy y hambre para mañana.
La educación andaluza se está traspasando progresivamente desde hace años a manos privadas y con criterios puramente economicistas, que solamente contemplan la rentabilidad como argumento y a los que importa poco poner en juego nuestra salud por un puñado de euros.
En los últimos 10 años la población andaluza entre 0-1 años ha pasado de 91842 a 66051, por lo que se ha reducido más de un 28%. Esta bajada de natalidad y población infantil global hubiera permitido una bajada de ratios más que necesaria para la mejora de la educación pública sin necesidad de incrementar la inversión en profesorado, pero la apuesta de la Consejería fue cerrar líneas y despedir docentes para abaratar costes. Sin embargo, hoy nos encontramos frente a una educación saturada y al límite, sin medios materiales para articular una respuesta ante la grave situación de pandemia y con unos datos preocupantes de abandono y fracaso escolar que la crisis actual está evidenciando todavía más, dejando atrás a quienes menos tienen.
La estrategia de liquidación es evidente: se está aprovechando la reducción de población en edad escolar para cerrar líneas y eliminar profesorado de forma unilateral en la educación pública mientras se mantienen líneas e incrementa profesorado en los centros privados concertados.
Así viene sucediendo los últimos años en el cuerpo 597 de maestros de las etapas de Infantil 2.º ciclo y Primaria, en las que el cierre de 2300 unidades ha supuesto la eliminación de casi 5000 puestos docentes en este cuerpo desde el año 2016.
Este es el resultado: la tasa de interinidad para vacantes del Cuerpo de Maestros (597) es de un 8,9% a junio de 2020; en Secundaria (590) es casi del triple, 23,7%.
La destrucción de empleo público que se está produciendo es clara (las etapas de Infantil y Primaria ya lo han sufrido) y evidencia que la administración andaluza no tiene intención de estabilizar al profesorado y generar empleo estable y de calidad en educación, sino adelgazar la plantilla de la pública para engordar la privada a costa del maltrato una vez más de un funcionariado interino. Como dijimos en nuestro estudio, en 10 años no habrá prácticamente profesorado interino en Secundaria debido a: el descenso de la natalidad, la saturación de ratios, el cierre de líneas públicas y el aumento de las concertadas. Alrededor del 25% del profesorado va a desaparecer. Si estabilizaran al personal interino, después sería un problema echarlo.
Que no te engañen. La contratación puntual de docentes durante unos meses no soluciona nada. Se trata de una necesidad estructural y como tal debe afrontarse. Solo una bajada de ratio generalizada y un aumento drástico de la inversión para dotar de todo el personal necesario pueden ayudar a controlar la pandemia y a reducir el número de contactos y contagios.
Aferrarse a una cláusula COVID para parchear y luego dejar en la calle a la gente es un desprecio a la educación pública.