Este 11 de octubre se conmemora el Día de la Niña y desde CGT compartimos, en esta fecha, unos breves apuntes sobre tradiciones, machismo, igualdad y educación.
Las tradiciones no son siempre aceptables por el mero hecho de repetirse en el tiempo. Además, en no pocas ocasiones, estas tradiciones, defendidas tanto por hombres como por mujeres, son machistas y perpetúan la superioridad en la sociedad del hombre sobre la mujer.
Ni los velos impuestos, ni las modas absurdas, ni la hipersexualización de las niñas, ni la privación de educación, ni las discriminaciones, ni los asesinatos, ni los machismos o micromachismos, ni la mutilación de su cuerpo, ni los destierros durante la menstruación, ni las agresiones sexuales, ni la trata, ni la pornografía, ni la prostitución infantil, ni los matrimonios forzados… Nada de esto debería sufrir una niña por haber nacido niña.
En cualquier lugar del mundo en el que nazcan y vivan, las niñas tienen derecho al respeto, a la educación, a la igualdad y a la justicia, derechos inherentes a cualquier ser humano.
Para garantizarlos, es necesaria una educación sólida, comprometida e igualitaria que borre de una vez la imagen de las niñas y de las mujeres como seres delicados, débiles, inferiores, sumisos, poco inteligentes o meros adornos del hombre que existen para ser contemplados y utilizados, cuando no brujas, arpías y malvadas.
Las niñas de hoy construirán el mundo de mañana y es nuestra responsabilidad darles las herramientas y proporcionarles el contexto en el que puedan desarrollarse para que lo hagan junto a los niños, en igualdad y sin discriminaciones.