Quienes trabajamos para la Consejería de Educación estamos cada vez más acostumbradas a que nos maltraten, pero lo de ayer fue de traca.
El anuncio desde la página de consejería de que la primera convocatoria de Primaria en SIPRI tendría lugar el 5 de septiembre tuvo en vilo durante horas que se hicieron interminables a quienes, desafortunadamente, no consiguieron una de las poquísimas plazas ofertadas en las últimas oposiciones.
Lo normal habría sido que la convocatoria se hubiese publicado en horario de mañana o, como mucho, hasta las 17:00 horas. Se trataba solamente de programar la publicación en la web antes de las 3 de la tarde. Pero no. La falta de empatía de la administración educativa andaluza hizo que no fuese hasta las 21:35 cuando salió, alargando así de manera innecesaria la agonía de miles de trabajadoras y trabajadores.
Y, cuando por fin se publicó la convocatoria, llegó la segunda y mayor decepción: el número de plazas.
De las 1200 plazas de apoyo COVID que deberían haber sacado, solo aparecen 775, repartidas del siguiente modo:
Primaria: 186
Infantil: 177
Inglés: 156
EF: 57
EF bilingüe: 40
PT: 41
Primaria bilingüe: 45
Francés: 4
Música: 11
Música bilingüe: 6
AL: 44
Otros: 8
Total: 775
Y en total, teniendo en cuenta los apoyos COVID y los que no lo son, el desglose es el que sigue:
Primaria:776
Primaria bilingüe: 197
EF: 792
PT: 718
AL: 242
Infantil: 522
Inglés: 592
Francés: 521
Música: 188
Como vemos, a la tomadura de pelo que supone haber ofertado un número irrisorio de plazas hay que sumarle el desigual reparto de las mismas por especialidad: 776 plazas más 197 bilingües para la etapa obligatoria con más cursos y alumnado.
Estas plazas son, a todas luces, insuficientes pero, además, en el caso de Primaria es escandaloso. Recordemos que se trata de la bolsa más numerosa y una de las más maltratadas ya que, para ahorrarse docentes, la Administración prefiere contratar a especialistas que asuman también las funciones de Primaria.
No contentos con esto, han decidido inventarse un nuevo puesto específico que permite compartir docentes bilingües de Primaria con Infantil, mostrando, una vez más, un gran desconocimiento sobre pedagogía y un absoluto desprecio por la Educación.
Ante este panorama, no nos queda más que la unión y la lucha, como hicimos el pasado 1 de septiembre y como seguiremos haciendo durante todo el curso.