Cuando la incidencia por COVID se dispara en los centros educativos andaluces, la Junta de Andalucía lo «soluciona» negando la mayor: elimina la cuarentena de aulas completas y sube el número de infectados de 3 a 5 para declarar un brote en un grupo
No nos extrañe que la primera información “oficial” de enero sobre incidencia en los centros educativos andaluces de la COVID sea de menos brotes y aulas cerradas que en diciembre. Cambiar de nuevo los protocolos no tiene otro objetivo que manipular las estadísticas para poder seguir insistiendo en que “los centros educativos son espacios seguros”.
La única delegación territorial que ha aportado datos ha sido la de Málaga, según la cual, esta mañana a las 8:20 horas había:
– Aulas cerradas: 0 aulas en 0 centros afectados, de un total de 14427 aulas (0%)
– Centros cerrados: 0 centros de un total de 1218 (0%)
Es ridículo. Evidentemente, a esa hora no había ningún aula cerrada ya que ni se ha realizado un seguimiento de los positivos durante las Navidades para planificar una vuelta segura ni a esa hora se había comenzado la actividad en todos los centros.
Y si esto fuera poco nos venden como “novedad” la incorporación de 400 nuevos profesionales (PT y AL) que ya deberían haberse incorporado durante el primer trimestre. Vergonzoso, aprovechar su propia incompetencia durante un trimestre para venderlo después como un logro en enero.
Pero que toda esta ingeniería estadística y propagandística no nos desvíe de lo importante: el alumnado menor de 12 años NO ESTÁ VACUNADO todavía. Tampoco se han realizado test de cribado masivo al profesorado previo a la incorporación, como sí se hizo el curso pasado. Como colofón tenemos un colapso de la atención primaria andaluza tras el despido de 8000 profesionales sanitarios.
Mientras, desde el inicio de la pandemia la Junta ha seguido cerrando hasta 450 aulas públicas de primaria y 300 de infantil, la población menor de 12 años.
¿No es el momento de hacer ALGO en los centros educativos?
La incidencia acumulada en Andalucía es de 1647,1 a 10 de enero de 2022 y sabemos que el pico de esta sexta ola no ha llegado a su máximo.
No disponemos de datos actualizados a enero de 2022 por grupos de edad, pero en la semana 52 del año 2021 (final de trimestre escolar) se confirmaron por PDIA 8430 casos en Andalucía de menores de 12 años. Pensemos que la misma semana del curso anterior fueron solamente 524 casos los confirmados (se han multiplicado por 16 en un año) y que el año pasado, en el pico de la cuarta ola (tercera semana de enero de 2021) llegaron a confirmarse un máximo de 4802 (la mitad de los que ya teníamos hace 3 semanas).
Por mucho que lo quieran disfrazar, los centros educativos no van a ser seguros por el simple hecho de decirlo y repetirlo en los medios una y otra vez. No se ha adoptado ninguna medida importante ni necesaria para que así sea. Los centros educativos son espacios cerrados y mal ventilados donde conviven gran cantidad de personas durante mucho tiempo sin que puedan garantizarse las distancias de seguridad debido a las ratios elevadísimas (cuando no ilegales) que soportamos en nuestras aulas. Esta es la realidad de los centros andaluces.
Ya avisamos de que si se quería evitar el estallido de contagios infantiles durante el mes de enero en los centros educativos solo era viable con las siguientes medidas: bajar las ratios, introducir desdobles, contratar todo el personal necesario y reforzar el sistema sanitario de atención primaria, activando nuevos protocolos sanitarios de seguimiento de los contagios y realizando pruebas diagnósticas PCR que permitan localizar y aislar también los casos asintomáticos. Nada de esto se ha hecho.
Está claro que se ha decidido no hacer nada en los centros educativos, simplemente descontrolar los contagios y esperar… ¿a que se llegue a la inmunización colectiva como última solución?
Aun cuando esta sea la intención de nuestras autoridades sanitarias y educativas, ¿no sería mejor hacerlo de forma más progresiva y que la dosis inhalada del virus que nos cause el contagio sea lo más baja posible para que sea menos severa la enfermedad? ¿No sería mejor esperar a que la población infantil esté vacunada en su mayoría y no ahora que acaba de empezar el proceso?
Alguien tendrá que asumir responsabilidades… ¿O puestos a no hacer nada, ni eso?
FASE CGT