La CGT exige a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía que, siguiendo el ejemplo de otras comunidades autónomas, paralice la realización de las pruebas de reválida contempladas por la LOMCE para el alumnado de 6º curso de Primaria
La Federación Andaluza de Enseñanza de la CGT siempre ha mantenido una posición de absoluto rechazo a la LOMCE por considerarla una Ley profundamente segregadora, reaccionaria y dominada por un claro enfoque mercantilista de la educación, convirtiendo este derecho básico en un servicio económico sujeto a condiciones específicas. Asimismo, siempre ha denunciado que la mencionada Ley no ha sido consensuada en ningún momento con los diferentes sectores implicados, sino que ha sido impuesta a golpe de mayoría parlamentaria.
Pero la CGT también viene denunciando desde el principio la actitud hipócrita y cínica de la Junta de Andalucía en relación con la LOMCE, pues mientras que no ha dudado en realizar todo tipo de declaraciones en las que se situaba junto a quienes la criticamos y rechazamos, no ha dejado de adoptar medidas que responden fielmente a su contenido. Quizás ello se deba a que, a fin de cuentas, la LOMCE no deja de ser una hipérbole de la Ley Andaluza de Educación (LEA) y a que, en el fondo, los responsables andaluces de Educación compartan buena parte de los fundamentos esgrimidos por el equipo del Sr. Wert.
Las últimas declaraciones de la Consejera de Educación, Adelaida de la Calle Martín, en las que manifiesta su disconformidad con las pruebas de reválida, al tiempo que se apresura a afirmar que la insumisión no va con Andalucía, son una buena prueba del cinismo mostrado hasta el momento y marcan una clara diferencia con la posición adoptada por otras comunidades como País Vasco, Navarra o Extremadura. Otro tanto puede decirse de la implantación en el próximo curso escolar de la segunda lengua extranjera (Francés) en los cursos 3º y 5º de Primaria, lo que se camufla como un esfuerzo para impulsar el plurilingüismo pero que, en el fondo, no deja de ser más que un claro acatamiento de la LOMCE. Por otra parte, el anuncio de dicha medida en los medios de comunicación sin que ello haya pasado por la Mesa Sectorial de Educación, donde se abordará mañana día 22 de abril, constituye también un nuevo ejemplo del desprecio manifestado por la Consejería de Educación hacia el profesorado andaluz.
La CGT, en consecuencia, exige a la Consejería de Educación que abandone de una vez la estrategia de decir lo que no hace, y tal vez lo que no piensa, y anuncie con claridad la paralización de las pruebas de reválida en Primaria.