INCUMPLIMIENTO DE LA LEY DE BIOCLIMATIZACIÓN Y LAS MEDIDAS INSUFICIENTES ANUNCIADAS POR LA JUNTA DE ANDALUCÍA

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Desde FASE CGT-A compartimos la indignación y profunda decepción de las compañeras de Escuela de Calor ante el reciente anuncio de la Junta de Andalucía de destinar 85 millones de euros para la instalación de ventiladores, toldos y reparaciones menores en los centros educativos.

Hace seis años que el Parlamento andaluz aprobó por unanimidad la Ley de Bioclimatización, una normativa pionera que prometía transformar los centros educativos en espacios sostenibles, saludables y adaptados al cambio climático.

Sin embargo, hoy seguimos denunciando su incumplimiento flagrante. Los centros educativos siguen sufriendo temperaturas insoportables que superan los 30, 35 e incluso 40 grados en las aulas, poniendo en riesgo la salud y el rendimiento de alumnado y profesorado.

La medida anunciada por el presidente Juanma Moreno no solo llega tarde, sino que es un parche cortoplacista e insuficiente. Asignar 20.000 euros por centro para comprar ventiladores o toldos es ignorar por completo el espíritu y la letra de la ley, que exige soluciones estructurales basadas en técnicas bioclimáticas como la mejora del aislamiento térmico o la naturalización de los patios mediante sombrajes vegetales y arboleda.

Nos sumamos a Escuelas de Calor en su denuncia a la instalación de Refrigeración Adiabática (cuyo mantenimiento, además, se deja en manos de los centros educativos que carecen de recursos suficientes para ello) sistemas que, siguiendo las recomendaciones de expertos, no resultan adecuados para uso en espacios cerrados donde se concentran personas y que además puede resultar peligrosa para la salud por el alto riesgo de contaminación por legionella en sus canalizaciones. Ya hemos tenido presencia de la bacteria en varias instalaciones de centros educativos y la Junta de Andalucía sigue ignorando el peligro.

Resulta inadmisible que la Junta descargue nuevamente la responsabilidad sobre los equipos directivos de los centros, que carecen de los recursos técnicos y humanos para planificar e implementar medidas de adaptación climática de calado.

Mientras, se olvida por completo un elemento clave: la arboleda y la vegetación en los patios, una solución natural, económica y sostenible que reduce la temperatura, mejora la calidad del aire y crea entornos educativos más saludables.

Nos preguntamos: ¿dónde están los 160 millones de euros invertidos en bioclimatización que menciona la Junta? ¿Por qué solo el 11% de los centros se han beneficiado de ellos? ¿Por qué se anuncia una nueva fase para solo 80 colegios, cuando miles siguen esperando? ¿Qué criterios se están utilizando para actuar en unos centros y no en otros? ¿Por qué no se han hecho las auditorías que preveía la Ley?

Estas medidas no solo son ineficaces, sino que desvirtúan la lucha contra el cambio climático y perpetúan la desigualdad entre centros.

¡No queremos parches!

Exigimos el cumplimiento íntegro de la Ley de Bioclimatización, una inversión real en infraestructuras sostenibles y un plan urgente que priorice la naturalización de los patios y el bienestar de la comunidad educativa.

¡No nos callaremos!

Seguiremos alzando la voz hasta que las aulas dejen de ser saunas y se conviertan en espacios dignos para aprender.

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