Desde hace unos 10 años,
CGT ha venido insistiendo a la Consejería de Educación en la necesidad de
aportar recursos que permitan la climatización de los establecimientos
escolares públicos, sin resultado alguno. Algunos, como el Consejero de
Educación Francisco Álvarez de la Chica, nos tacharon entonces de frívolos.
La Consejería de Educación ha venido optando, frente a esta petición, por
gastar el dinero en programas como el mal llamado de Calidad de la
Educación, los más de 20 millones en funcionamiento malgastados en la
AGAEVE (Agencia Andaluza de Evaluación), más de 100 millones en
infraestructuras y equipamientos para esta agencia, así como las erráticas
políticas de donaciones de ordenadores a familias, sin planes de trabajo
contrastados y evaluados. Recordamos
los 400 millones de euros que se han dilapidado en este inútil y
derrochador programa mal llamado de Calidad.
Si estas ingentes cantidades de dinero, así como otras relacionadas con
protocolos, se hubieran dedicado a este fin, podrían haberse realizado
inversiones en la climatización de los centros que redundarían en el
bienestar de millones de personas (alumnado, profesorado y personal de
administración y servicio) afectadas por estas altas temperaturas.
CGT ha instado, desde entonces, a la administración pública andaluza
para que acometa un programa de climatización vinculado a un programa
de autonomía energética en todos los centros de la red educativa de
titularidad pública, permitiendo con ello la reducción considerable de
gastos, siempre de manera respetuosa con el medio ambiente.
CGT ha venido denunciando ante Inspecciones de Trabajo el grave
incumplimiento de las condiciones de salubridad establecidas en la ley
de Salud y Prevención de Riesgos Laborales.
Fruto de estas denuncias se han incoado expedientes que resuelven sobre la
grave ilegalidad en esta materia que las Inspecciones de Trabajo han ido
constatando.
Incluso hemos puesto en marcha actuaciones judiciales por delito de
prevaricación de los cargos públicos responsables del mantenimiento de
estas graves irregularidades. Solo durante el pasado mes de junio se
pusieron más de 50 denuncias en toda Andalucía.
Después de estos 10 años de lucha en solitario de CGT, el pasado verano, y
ante una nueva de calor, un grupo de AMPAS, al que esta organización ha
apoyado siempre que ha podido, decidió iniciar una lucha para conseguir el
acondicionamiento climático de los centros educativos andaluces. Mucho nos
alegramos de que haya sido así porque
desde CGT siempre creemos que las luchas se consiguen en la calle
.
Ante las críticas de madres y padres y la incontestable realidad de unas
temperaturas insoportables e incompatibles con la realización de
actividades educativas en los centros escolares, la administración empezó
por dar unas directrices excepcionales para que el alumnado pudiera faltar
a los mismos sin que dichas faltas fueran consideradas injustificadas.
Por otra parte, anunció a bombo y platillo la asunción de un Plan de choque
para acometer una suerte de primera fase en la climatización de los centros
educativos. Nunca supimos, a ciencia cierta, qué llevó a la Consejería a
seleccionar, de los 7.000 centros andaluces, 51 como los realmente
necesitados de medidas excepcionales. Lo que sí sabemos es que, a pesar de
la urgencia y de que no eran medidas que supusieran obras de importancia,
el curso se iniciaba sin que los extractores, ventiladores, pérgolas, etc.
estuvieran terminados. La misma Consejería no reconoció la finalización de
estas actuaciones hasta el pasado 20 de septiembre.
Al mismo tiempo, la Consejería anunciaba la puesta en marcha del Programa
de Climatización Sostenible y Rehabilitación Energética. Este desarrollará
un diagnóstico previo de la situación. Del mismo modo, y a través de la
Agencia Andaluza de la Energía, se anuncia que se dispondrá de un
inventario con información completa y rigurosa energética de los centros,
para después programar las medidas enfocadas a mejorar las condiciones de
confort térmico de los centros.
Recientemente se ha publicado el Protocolo General de actuación en el
ámbito educativo ante olas de calor o altas temperaturas excepcionales.
Olvida con él la Consejería que seguirá incumpliendo la normativa laboral (
RD 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo
) que protege a sus trabajadores y trabajadoras y que establece que la
temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios
de oficinas o similares (todas las que se realizan en un centro educativo)
estará comprendida entre 17 y 27° C. Con esto basta y sobra.
Con este Protocolo la Consejería reconoce el incumplimiento sistemático
de la misma, hasta el punto de tener que articular procedimientos de
urgencia para ser activados, como mínimo, a los 36º C sostenidos
durante uno o dos días.
Por todo ello y desde CGT, seguimos y seguiremos denunciando el
incumplimiento normativo de la Consejería respecto a la normativa de
Salud Laboral de quienes trabajan en los centros educativos andaluces,
y que afectan directamente a nuestro alumnado, y continuará
movilizándose junto a quien reclame medidas al respecto.
Fdo. Secretaria General de FASE CGT