Ante el borrador de ley educativa y su ruidosa campaña de propaganda, desde FASE CGTA levantamos la voz para desenmascarar una operación de maquillaje que, lejos de transformar la educación, consolida su desmantelamiento.
Denunciamos que este texto, pactado con sindicatos cómplices, perpetúa la lógica de los recortes: anuncia falsas conquistas como la reducción de ratios -mero reflejo del invierno demográfico- y recorta el horario lectivo sin destinar los recursos necesarios para cubrir las aulas, mientras condena al alumnado con necesidades educativas a una inclusión de papel con ratios de especialistas irrisorias y sin financiación.
La reducción de ratio general: una falacia demográfica, no una conquista.
El borrador promete bajar el número de alumnos por aula como gran avance. Nosotros denunciamos que esta medida, presentada como un logro histórico, es en realidad un espejismo. La bajada de la ratio se producirá de forma natural e inevitable debido al desplome de la natalidad, no por una inversión decidida que permita crear más grupos y contratar más profesorado. El Gobierno no está invirtiendo para mejorar las condiciones, sino que se limita a rubricar una consecuencia demográfica y vendérnosla como un triunfo. Es un engaño que no conlleva los recursos necesarios para que sea una auténtica mejora.
La ratio de especialistas NEAE: Insuficiente, tardío y sin garantías de financiación.
El borrador incluye, como novedad propagandística, un número mínimo de profesores de pedagogía terapéutica y audición y lenguaje por alumno con necesidades educativas. Consideramos esta medida:
· Radicalmente insuficiente: Las ratios propuestas (1 especialista por cada 37,5 alumnos NEAE en infantil y primaria, y 1 por cada 50 en secundaria) no se corresponden con la realidad de las aulas ni con las necesidades reales de atención. Son cifras arbitrarias que legitiman la sobrecarga actual y no permiten una intervención educativa de calidad.
· Una trampa sin financiación: El texto no vincula esta medida a una dotación económica concreta y suficiente para la contratación inmediata de miles de especialistas en toda España. Sin los fondos necesarios, este ratio se convierte en otra promesa vacía que quedará en el papel.
· Incompleta y excluyente: La medida olvida a otros perfiles esenciales como los orientadores educativos, cuyas ratios no se ven mejoradas, manteniendo la saturación en la detección y evaluación. La «inclusión» que pregona la ley vuelve a ser un brindis al sol.
La reducción del horario lectivo: Una tomadura de pelo sin reducción de ratios reales ni más profesorado.
El borrador plantea una reducción de la jornada lectiva del profesorado que, lejos de ser una mejora laboral auténtica, es una triangulación vacía. No servirá para mejorar la calidad educativa si no va acompañada de una contratación masiva que cubra esas horas. De lo contrario, esta medida se traducirá en:
· Mayor saturación del alumnado en menos tiempo, perjudicando la atención individualizada.
· Intensificación del trabajo no lectivo (guardias, reuniones, preparación) en un horario más comprimido, empeorando nuestras condiciones laborales reales.
· Una falsa reducción de jornada que, sin una plantilla suficiente para asumir las horas «liberadas», se convierte en un eslogan vacío. Es pan para hoy y hambre para mañana, una cortina de humo que no aborda el problema de fondo: la falta crónica de plantillas.
La complicidad de los sindicatos firmantes: legitimando el desmantelamiento.
Expresamos nuestra total indignación ante la actitud de aquellos sindicatos que han avalado este borrador. Al firmar un acuerdo que no contiene compromisos económicos vinculantes, ratios reales ni un plan de contratación paralelo a la reducción de horario, se convierten en cómplices de un sistema que abandona a la comunidad educativa. Su aquiescencia sirve para dar una pátina de diálogo y consenso a una operación de marketing que no va a solucionar los problemas de fondo.
Desde FASE CGTA exigimos:
· Un plan de inversión urgente que contemple la creación real de nuevos grupos y la contratación masiva de docente, no su reducción por la vía de los hechos demográficos.
· Ratios reales y vinculantes de atención al alumnado NEAE, consensuadas con la comunidad educativa y que garanticen una intervención de calidad, junto con la financiación expresa para hacerlas efectivas de inmediato.
· Que toda reducción de horario lectivo venga precedida y acompañada de un aumento proporcional de la plantilla, para que se traduzca en una mejora real para el alumnado y el profesorado.
· La derogación de los recortes y la recuperación de los derechos laborales del profesorado, base indispensable para una educación de calidad.
· Negociación seria y vinculante, no monólogos del gobierno avalados por sindicatos complacientes.
No vamos a avalar un acuerdo que, con medidas insuficientes y sin presupuesto, consolida el deterioro de la Educación Pública. Seguiremos en la lucha en la calle y en los centros por una enseñanza verdaderamente pública, de calidad, inclusiva y en condiciones dignas para quienes la hacen posible cada día.
¡Por una Educación Pública con recursos, no con espejismos!
¡Exigimos ratios reales y plantillas suficientes ya!
¡Sin lucha no hay mejora real!
