El PP de Juanma Moreno utiliza políticamente la Consejería de Educación de Andalucía a través del inadmisible convenio de colaboración firmado con la ultraconservadora Fundación Villacisneros.
Desde CGT denunciamos la intolerable intromisión de la Consejería de Educación en la celebración del Día de la Paz y la No Violencia Escolar en los centros educativos del pasado 30 de enero, introduciendo el ideario político del PP en nuestra Escuela Pública en un momento de crispación política que no pretende más que adoctrinar a nuestros adolescentes. Esta flagrante injerencia se ha ejecutado, para colmo, de la mano de la fundación ultraconservadora, homófoba y antiabortista Villacisneros, relacionada desde hace años con el propio Partido Popular o con Vox.
El modus operandi de la Consejería de Educación, con Patricia del Pozo al frente, ha sido el siguiente: En primer lugar, la Consejería de Educación envía una circular a los centros con indicaciones específicas para trabajar el 30 de enero el Día de la Paz y la No Violencia escolar escasos días previos a su celebración. Por primera vez, estas instrucciones vulneran la libertad de los centros educativos y los equipos docentes para organizar las actividades según su contexto, sus necesidades, cumpliendo con la normativa y atendiendo a una coordinación pedagógica acorde con los principios de los proyectos educativos, así como los planes y proyectos que se lleven a cabo en cada centro. En la misma, se incluye un discurso constitucionalista y llaman a trabajar exclusivamente el recuerdo de las víctimas de ETA y la constitución del 78, contenidos que se trabajan ya dentro de los saberes básicos de varias materias y en varios cursos en la comunidad.
Por otro lado, Patricia del Pozo, consejera de Educación, sale en todos los medios anunciando a bombo y platillo la firma de un acuerdo con la ultraconservadora Fundación Villacisneros, que ha participado recientemente en movilizaciones antiabortistas y defendido valores homófobos, entre otros, precisamente opuestos a los que se trabajan en los centros educativos andaluces a lo largo de todo el curso y de forma más puntual en efemérides como la del 30 de enero. Es más, vuelven a salir en todos los medios esa jornada asistiendo a dar supuestas charlas a los adolescentes en varios centros educativos, encontrándose el rechazo rotundo de familias, equipos docentes, sindicatos o del propio alumnado de los mismos.
Desde CGT Andalucía denunciamos el claro posicionamiento político que la administración andaluza ha tomado con estos movimientos, saltándose por completo la autonomía de los centros y a los responsables de planes y proyectos como Escuela Espacio de Paz en los mismos. En este sentido, son estos profesionales los que se enfrentan a la coordinación y gestión de dichos proyectos sin tener horas asignadas para ello y sin apenas recursos. En su tiempo libre y sin cobrar por ello, se dedican a planificar con suficiente antelación actividades transversales e interdisciplinares para todo el centro educativo, no charlas puntuales para un grupo concreto, cuyo único objetivo se muestra claro: salir en portada. Se atiende a la coherencia de las acciones que se llevan a cabo con los proyectos educativos de cada centro; en conexión con los órganos de coordinación pedagógica y con los equipos directivos; y contando siempre con las familias y el entorno particular de cada colegio o instituto. En definitiva, procuran el vínculo en todo momento de estos valores transversales con el currículo y la realidad cercana de nuestro alumnado, como exige la legislación vigente.
Consideramos más grave si cabe la publicación de estas instrucciones y la operación mediática de la Junta de Andalucía en un contexto en el que la comunidad educativa andaluza lleva meses haciéndose eco, dentro del marco del Programa Escuela Espacio de Paz, entre otros, del conflicto en Palestina, con numerosas actividades de sensibilización y concienciación sobre el genocidio israelí y sus consecuencias, como que más de la mitad de las muertes provocadas por el ataque israelí sean asesinatos de niños y niñas. En los centros andaluces existen además hoy en día múltiples conflictos relacionados con la convivencia; mientras que, de nuevo, como viene denunciando nuestro sindicato desde hace años, faltan recursos económicos y personales para poder atenderlos. Los centros necesitan recursos para atender la resolución pacífica de conflictos entre el propio alumnado; para trabajar el respeto entre todos los miembros de la comunidad educativa; existe una carencia inadmisible de profesionales ATAL para el aprendizaje de nuestra lengua en alumnado altamente vulnerable con incorporación tardía al sistema educativo; hacen falta profesionales para abordar la integración del alumnado que proviene de otros países y culturas; es urgente asimismo abordar la ciberseguridad en las redes entre nuestros adolescentes y para ello no basta con prohibir los móviles en las escuelas; es necesario seguir trabajando de forma transversal múltiples valores como la
tolerancia, la solidaridad, la igualdad; y, en definitiva, la labor docente más importante está en la sensibilización del alumnado y la prevención ante cualquier tipo de expresión de violencia como el racismo, la xenofobia, el acoso o la discriminación por identidades sexuales no normativas. Todos estos, por citar solo los más destacados, son valores radicalmente opuestos a los que defiende precisamente la “fundación amiga de Del Pozo”.
Los centros andaluces necesitan recursos económicos y personales para trabajar todos estos temas transversales de enorme importancia y los responsables de planes y proyectos necesitan horas para coordinarse. A tal efecto, es necesario el aumento de las plantillas y un descenso considerable de las ratios que facilite el desempeño de esta labor tan necesaria en escuelas e institutos públicos. Para adoctrinar a los niños y niñas ya está la privada y la concertada. Por ello, exigimos a la Consejería la retirada inmediata del convenio de colaboración con esta fundación cuyos principios se oponen a los valores que debe defender la Escuela Pública. Además, reclamamos que se destinen todos los recursos necesarios a los centros educativos para que nuestro alumnado reciba la educación pública de calidad que merece.
Por último, desde CGT queremos poner en valor y felicitar a todos aquellos centros educativos públicos y sus profesionales que, haciendo oídos sordos o denunciando públicamente las instrucciones de la administración educativa, siguieron trabajando duro en el desarrollo de sus actividades programadas con antelación y organizadas, en la mayoría de los casos, sin horas de dedicación para ello, para la celebración en los centros de la tradicional efeméride del Día de la Paz y la No Violencia escolar del pasado 30 de enero. Si la administración educativa andaluza pretendía invisibilizar vuestra labor con su mediática aparición en los medios, nosotras queremos poner en valor todo ese trabajo ingente de los y las profesionales de la educación por mejorar el mundo: jornadas de convivencia o de puertas abiertas para toda la comunidad educativa en diferentes localidades; tertulias literarias o cinematográficas por la paz; marchas o actividades deportivas; charlas de asociaciones que trabajan con personas refugiadas e inmigrantes o debates para la sensibilización en el respeto a la diversidad sexual o por otros motivos de raza o religión; cinefórum por los Derechos Humanos; exposiciones de trabajos realizados en tutorías por alumnado desde Infantil a Bachillerato; lecturas de manifiestos escritos por el propio alumnado; torneos deportivos por la paz y la convivencia; actividades musicales y artísticas por la paz; y hasta una multitudinaria marcha de los centros educativos de Puerto Real, de la que sí se hizo eco la prensa y que acabó con una enorme bandera de Andalucía convirtiéndose en bandera palestina para denunciar la situación que los menores están viviendo por el genocidio israelí, uniendo voces de cientos de niños y niñas, adolescentes, profesorado, familias y vecinos para gritar: “¡Alto al fuego ya!
Este trabajo incansable de los centros educativos y del profesorado que trabaja en ellos día tras día estos valores fundamentales es lo que hace de la Escuela Pública el único lugar capaz de combatir la desigualdad, el único lugar capaz de formar a esos futuros ciudadanos y ciudadanas que construyan un mundo mejor en el que vivir, creando comunidad, removiendo conciencias. “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, parafraseando a Galeano.
Dejen trabajar a los y las profesionales de la educación y cumplan la ley asignando las partidas presupuestarias necesarias para poner en marcha en los centros los Planes y Proyectos y abordar la Educación en Valores. Sin directrices partidistas ni imposiciones.