El consejo de gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado el texto del nuevo decreto que regula el nombramiento de las personas que asumirán las direcciones de los centros educativos andaluces y que una vez publicado en el Boletín Oficial será norma.
El gobierno del PSOE podría ser coherente con las desaforadas críticas que hizo, y hace, a la LOMCE (Ley Orgánica Mejora Calidad de la Educación), la ley del PP, y desarrollar un marco de mayor transparencia y participación de las comunidades educativas en la elección de directoras y directores en centros educativos andaluces. Ha preferido la incoherencia porque en definitiva pretende aumentar el poder político sobre las direcciones de los establecimientos escolares. Esto se refleja en que sólo en un 44,5% podrán intervenir las comisiones de consejos escolares en esta importante tarea. Es la Administración educativa la que tiene un peso decisivo a la hora de elegir a los candidatos. Así aunque el Gobierno Andaluz afirma que se mantiene el papel de la comunidad educativa en la elección de la Dirección del Centro, en realidad su papel es meramente de comparsa. La LOMCE fija en al menos un 30 % la participación de la comunidad educativa. Podría el PSOE andaluz ser coherente y atribuirle mayor protagonismo. Pero políticamente el PSOE quiere seguir mangoneando las direcciones de los centros atribuyéndose el 55% del resultado selectivo.
Además de dejar en anecdótica la participación de la comunidad educativa y a pesar del boato y liturgia para de manera participativa elegir la dirección del centro, el decreto sigue otorgando el máximo control sobre estas a los estamentos políticos que pueden cesarlas inmediatamente utilizando un simple procedimiento administrativo, no regulado y por tanto dejado a la discrecional del político de turno, Así se concreta en el artículo 12, Cese de la dirección: El cese del director o de la directora se producirá en los siguientes supuestos: d) Revocación motivada, por la persona titular de la correspondiente Delegación Territorial, a iniciativa propia por incumplimiento grave de las funciones inherentes al cargo de director. En todo caso, la resolución de revocación se emitirá tras la instrucción de un expediente contradictorio, previa audiencia al interesado y oído el Consejo Escolar.
De este tipo de expedientes ya hay experiencias, muy desagradables por cierto, precisamente para un director cesado fulminante y políticamente por el delegado provincial. Cese que fue recurrido y ganado ante tribunales, que en sus considerandos se deshicieron en reproches al político de turno y que supuso la pérdida del honor, el daño moral, profesional y económico del docente. El daño está hecho y sobre todo el político siguió haciendo escarmiento entre el colectivo de directores y directoras que recibieron el mensaje de quien mandaba.
Dictadores en plena ¿democracia? En una sociedad democrática las normas deben garantizar la objetividad en la valoración de méritos y las garantías en caso de sanciones. El capricho político no debe nunca tener la oportunidad de manifestarse. Este desgraciado Decreto ahonda, si cabe aún más, en este empeño del PSOE de seguir controlando políticamente a las direcciones de los centros educativos andaluces.
Fdo Rafael Fenoy Rico