Se cumplen 50 años de la muerte del dictador, pero no de la impunidad. Medio siglo de silencios cómplices, de archivos cerrados y de fosas sin abrir. Medio siglo de honrar a los verdugos y olvidar a las víctimas.
No olvidamos a los hombres y mujeres libertarios, sindicalistas y luchadores por la libertad que fueron represaliados, torturados y asesinados por defender la justicia social y la dignidad de la clase trabajadora. Su delito: querer un mundo más justo.
Su memoria es nuestra guía y su lucha, nuestra herencia. No hay reconciliación sin verdad, no hay paz sin justicia. Exigimos la nulidad de los tribunales franquistas, la apertura de todas las fosas y la reparación para las víctimas.
Que los poderes del Estado lo sepan: no descansaremos hasta romper el muro de la impunidad.
¡Verdad, Justicia y Reparación!
¡Por la memoria de los que lucharon antes que nosotras!
¡Ni un paso atrás! ¡Ni uno más!
