Los tutores se quedan sin remuneración económica; a cambio, los dejan entrar en las instalaciones deportivas y bibliotecas universitarias. A estas alturas quienes pretendían tutorizar a alumnado del Prácticum se enteran de que les han cambiado las reglas. La desconsideración hacia estos profesionales es manifiesta. Como consecuencia, muchos de ellos se plantean desistir.
La Consejera de Economía y Conocimiento y los rectores de todas las universidades públicas andaluzas firmaron en Málaga el pasado 10 de febrero un Convenio Marco de Colaboración para el desarrollo de las prácticas académicas externas del alumnado universitario de titulaciones relacionadas con el ámbito educativo. La cláusula sexta establece los compromisos de las universidades públicas con las personas que sean tutoras del alumnado universitario en prácticas en sus centros. Se vuelve a la práctica feudal del pago en especie. Ahora, en vez de un puñado de euros, se facilitará la entrada a las bibliotecas, piscina e instalaciones deportivas universitarias, eventos culturales y otros servicios, así como la tarjeta identificativa universitaria y un correo electrónico institucional.
El miércoles 18 de enero hubo en la Delegación de Educación de Sevilla una reunión informativa con directores sobre el PRÁCTICUM del MAES. Su objeto era dar a conocer el desarrollo del Prácticum, el nuevo convenio marco y los servicios que prestarán las Universidades este curso. También informaron (a finales de enero) de los plazos que han de cumplir IES, tutores y alumnado del Máster Universitario. La polémica surgió con la novedad consistente en sustituir la remuneración económica de los tutores por diversas prestaciones de la Universidad. Se trata del acceso a todos los servicios (matrículas excluidas) en las mismas condiciones que el personal de la Universidad (US y UPO): bibliotecas, comedor con descuento, instalaciones deportivas o guardería. También podrán participar en seminarios, cursos y grupos o proyectos de investigación. Sobre esto último, que podría ser interesante, no precisaron nada.
Los asistentes a dicha reunión se quejan del trato recibido por parte de la decena de personas que acudieron en representación de la Delegación, la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad de Sevilla. Conviene recordar (ahora que buena parte del profesorado querrá renunciar a la tutorización) que por primera vez este curso hubo que firmar un compromiso para apuntarse. Los convocantes se comprometieron a mandar a los centros información sobre el procedimiento de renuncia para quienes no quieran ejercer de tutores. Ante una eventual desbandada masiva de tutores, el Jefe de Servicio de Ordenación Educativa recordó que, como funcionarios que son, se les puede nombrar.
No es la de Sevilla la única reunión que con este propósito ha tenido lugar últimamente. El pasado miércoles se celebró otra en la Delegación Territorial de Jaén. En ella la Jefa del Servicio de Ordenación Educativa, al ser preguntada por la falta de remuneración de los tutores, contestó: «La pela es la pela ¿no es eso?», lo que indignó a los representantes de las Direcciones. La Jefa del SOE mezcla churras con merinas deliberadamente para acusar de peseteros a quienes se habían prestado a tutorizar: no se trata de la pela sino de la dignidad del profesorado de Secundaria.
Finalmente, no olvidemos que el alumnado del Máster que ha de hacer las prácticas es el principal perjudicado de este despropósito.