Destinará gran parte de los 25 millones a actuaciones de primera necesidad que llevan años postergándose.
¿Después de años reduciendo hasta proporciones irrisorias los gastos de mantenimiento de los centros nos salen con esto? Reparación de fachadas, cubiertas, grietas, cerramientos, accesos, red eléctrica, pintura…
Se abre un plazo para que los centros compitan entre sí por algo que les corresponde en cualquier caso: tener unas instalaciones dignas y seguras. En esta competición quedan excluidos los colegios (cuyo mantenimiento — ¡ojo!: no obras estructurales— depende del ayuntamiento correspondiente) y los conservatorios elementales de Música: no se explica por qué. Señor Consejero, no pueden mantenerse del aire; como mucho, los instrumentos de viento.
Según la nota de prensa, léase panegírico: «Cada centro interesado podrá solicitar la financiación de uno o dos proyectos, con un importe máximo de 25.000 euros por proyecto. El plazo de presentación de solicitudes permanecerá abierto hasta el 26 de julio».
Continúa: » La Consejería de Educación determinará las actuaciones que serán atendidas y abonará en la cuenta de gastos de funcionamiento de cada centro beneficiario la cantidad correspondiente. Estas obras deberán estar finalizadas antes del 31 de diciembre de este año. Según las previsiones, más de un millar de centros docentes podrán beneficiarse de esta medida». Recordamos a la Consejería que hay aproximadamente siete mil centros educativos en Andalucía.
Para mayor autobombo, concluye: «Esta iniciativa está incluida en el Plan de Acción en Educación para el curso 2020/21, con un presupuesto de unos 600 millones, y que permitirá también reforzar las plantillas con alrededor de 6.300 docentes, ampliar el personal de apoyo, especialmente en servicios de limpieza, con unos 1.600 trabajadores, y la dotación de recursos tecnológicos con 150.000 dispositivos para paliar los efectos del COVID-19 en el sistema educativo andaluz».
No menciona el dinero gastado por los centros en geles, mascarillas y demás elementos que han tenido que buscar e incorporar contrarreloj. No sabemos si la Consejería se hará cargo de esas facturas extraídas de presupuestos de funcionamiento raquíticos.
No nos tomen por imbéciles.