La desaparición de unidades escolares públicas es un hecho que empieza a ser usual desde marzo, mes en el que comienza el proceso de matriculación, hasta septiembre, fecha en que acaba.
Parte de la comunidad educativa y de la sociedad, parece haber aceptado que cada año desaparezcan unidades escolares públicas. Oyen voces de protesta que alertan del ritmo exponencial al que se suprimen unidades públicas, pero permanecen impasibles, como quien ya se ha acostumbrado al zumbido de la máquina de aire acondicionado.
Este año, el número de centros escolares que sufren el cierre de unidades es especialmente dramático, según fuentes de la comunidad educativa. Entre ellos se enumeran los siguientes dentro de la capital cordobesa: los CEIP Alcalde Jiménez Ruiz, San Lorenzo, Lucano (que directamente cierra), Hernán Ruiz, Los Califas, Al Ándalus, Averroes, Concepción Arenal, Mediterráneo, Los Ángeles, La Aduana, Juan de Mena y el IES Gran Capitán. Del resto de la provincia se unen a la lista los CEIP Castillo Anzur (Puente Genil), Andalucía (Posadas), Maestro Juan Hidalgo (Cardeña), Los Alcalá Galiano (Doña Mencía), San José (Palenciana) y la Escuela de Educación Infantil Vicente Nacarino (Palma del Río).
La Administración esgrime la bajada de la natalidad como causa de estos cierres y la sociedad asiente, a la vez que acepta ese supuesto estado de cosas como inmutable o «normal».
Pero, qué casualidad, el cierre de unidades se dispara en aquellas localidades en las que escuela pública y privada concertada conviven y cuyo claro exponente es la capital cordobesa. Y es que, la apuesta de la Consejería de Educación por la educación concertada es clara. La apoya para que pierda el carácter subsidiario con el que se creó décadas atrás y se convierta en la principal opción en diversos barrios de localidades como Córdoba capital. La bajada de la natalidad es un peso que solo está recayendo en las espaldas de los centros públicos y la Administración no está aprovechándola para bajar las ratios en las aulas, sino para desmantelar la escuela pública en beneficio de la escuela privada concertada
Desde CGT nos oponemos a este desmantelamiento: exigimos la derogación de los conciertos educativos y que se aprovechen los cambios demográficos que nuestra sociedad está experimentando para bajar las ratios en las aulas. Es el momento de apostar por la escuela pública. Es el deber de la Administración.