Por fin la casa que operaba en las sombras emerge con luz propia, enarbolando el viejo estandarte de: ¡Aquí llegan los puros!, Los auténticamente auténticos, los llamados a ocupar el trono del poder como representantes genuinos de las personas interinas Pata negra, ¡vamos! Los de toda la vida.
No importa cuántas personas interinas se quede atrás, ni quienes, lanzados al ataque, desnudos de defensas, como carne de cañón, sean sacrificadas para obtener la gloria.
Después de despotricar de los sindicatos ahora muestran su verdadero rostro como organización sindical clandestina, que no se conforma con hacerle el negocio al marcos de turno, sino que ya va pidiendo por adelantado el dinero de su franquicia.
Mezclados hasta ahora con el para ellos, populacho de eventuales jalean los procesos autogestionarios como las llamadas plataformas de interinos, utilizando para ello las firmes convicciones asamblearias de sindicatos como CGT, para al final, una vez llegado su momento, al menos eso creen, pretender la quiebra del movimiento unitario en torno a la estabilidad, arremetiendo contra los sindicatos y pretendiendo orientar a todos los colectivos hacia la impugnación de las oposiciones.
De esta forma abandonan el interés común que no es otro que la lucha por la estabilidad. Porque sólo arrancando a la Junta de Andalucía el acuerdo de una estabilidad garantizada, con la acción reivindicativa y desestabilizadora, será posible reorientar los procesos injustos de acceso a los cuerpos docentes en calidad, no de laborales, sino de funcionarias y funcionarios.
Entonan, estas gentes que sólo ansían el liderazgo, el mantra de la impugnación de oposiciones, abandonando la lucha por la estabilidad, como el remedio total que llevará a la entrada de los elegidos, solo los que cumplan los requisitos de Europa, los nuevos patas negras al olimpo del funcionariado, aunque para ello tengan que escalar los muros sobre los cadáveres del resto de la interinidad.
Mal venida divisiones y reproches a sindicatos, como CGT que han probado estar al servicio del interés de todo el colectivo de personas interinas. Mal hallado el desprecio hacia las asambleas de Antequera y Archidona, poderosos instrumentos creados por el colectivo para tomar decisiones de manera asamblearia, aunando voluntades, nunca dividiendo, ni fraccionando. Esta casa que ansía al poder muestra así su nula voluntad de respetar los acuerdos adoptados en ellas. Vieja historia ésta de quienes manejan el asamblearismo hasta que no les sirve. Espíritus autoritarios que no merecen ninguna credibilidad.
Bravo por quienes plantean la estabilidad como elemento esencial de la lucha, porque sólo consiguiéndola se acometerá para todo el personal interino, sin distinciones ni categorías, el ansiado derecho al trabajo y abrirá las puertas del acceso a la función docente mediante concurso de méritos.
Fdo Rafael Fenoy Rico