Según los datos de un reciente estudio de FASE CGT sobre la escolarización en todas las provincias andaluzas en los cursos 17/18 y 18/19, obtenidos del Portal de Transparencia, la ciudad de Granada es, con mucho, la localidad con menor peso de la enseñanza pública en toda Andalucía en los niveles de E. Infantil, E. Primaria y ESO; con las siguientes cifras para el curso 17/18
Educación Infantil:
61% unidades en centros privados concertados
39% unidades en centros públicos
Educación Primaria:
65% unidades en centros privados concertados
35% unidades en centros públicos
ESO:
65% unidades en centros privados concertados
35% unidades en centros públicos.
Esta realidad convierte a la capital de nuestra provincia en un territorio anormal, lejos de todos los indicadores medios en este tema de cualquier territorio con un desarrollo económico y social medio. En nuestra capital parecería que la Educación Pública es subsidiaria y complementaria de la educación privada concertada, cuando el mínimo sentido común entiende que debería suceder justo al revés.
Lejos de suponer un ahorro para las arcas públicas, el mantenimiento de unidades concertadas, en un tiempo en el que debido al descenso demográfico habría espacios y medios para acoger a un mayor número de estudiantes en los centros públicos, supone un despilfarro de fondos públicos en aras de mantener el negocio e ingresos de entidades y empresas con ánimo de lucro.
Siendo ya minoritaria en la ciudad de Granada, y merced al invocado descenso demográfico, la Educación Pública ha sufrido una pérdida de 16 unidades (de E. Infantil, E. Primaria y ESO) entre el curso 16/17 y 17/18, mientras que sólo se
suprimieron 11 unidades en centros privados concertados.
Al tiempo que se ha tratado de justificar el blindaje de la educación privada concertada alegando el derecho a la elección de centro por las familias, se ha dado de lado a muchas familias que optaban por matricular a sus hijas e hijos en centros
públicos de su zona de residencia, y se veían condenadas a tener que matricularlos en zonas más alejadas o en centros privados concertados, porque la oferta de los centros públicos era insuficiente y muchas familias demandantes quedaban fuera de los baremos.
Ante esta situación, y ante el presumible mantenimiento de una política de exterminio de la Educación Pública en Granada, pedimos a la Delegación de Educación de Granada que apueste por el sentido común, que mire la realidad europea de países desarrollados que tanto invocamos en otros temas (5% a 8% de enseñanza concertada en la mayoría de países de la UE) y que apueste por racionalizar la inversión educativa y optimizar los recursos públicos disponibles (instalaciones, aulas y personal docente).
Exigimos a la Delegación de Educación de Granada:
– Un compromiso de no cerrar unidades en centros públicos bajo la excusa del descenso demográfico, y que si fuera necesario se reduzca el número de unidades concertadas superfluas.
– Un apoyo adecuado a los centros públicos en materia de recursos, transporte escolar, servicios complementarios, personal de servicios, plazas de comedor, etc. que les permita no ser percibidos por la población como centros de segunda categoría.
– Una matriculación equilibrada del alumnado inmigrante y con Necesidades Educativas Especiales entre todos los centros de la red pública (como establece la normativa), que dé un giro a la situación actual, en la que siendo minoritarios los
centros públicos en la ciudad de Granada acogen a la mayor parte de este alumnado.
– El respeto absoluto de la normativa sobre ratios de alumnado por aula en los procesos de escolarización, dejando de aplicar el incremento de un 10% de las ratios, que la ley prevé en casos muy concretos y sobrevenidos, como presupuesto de partida.
CGT quiere hacer un llamamiento a toda la sociedad granadina para que apoye a la Escuela Pública con la matriculación en Centros Públicos. De esta manera tendremos una Escuela Pública de calidad de todos/as y para todos/as, con garantía de igualdad, equidad y respeto a la diversidad.
<< ?Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, las Artes o las Culturas, está ya gobernado por aquellos que sólo tienen algo que perder con la difusión del saber». (Italo Calvino, 1974) Juan Miguel Mendoza Garrido