Ya lo decíamos hace dos semanas: algunos sindicatos nos revenden las migajas de 4600 docentes durante un año como un gran éxito, pero no nos cuentan otras cosas:
– El acuerdo es coyuntural, con un curso de duración y no se consolida plantilla, dado que no hay una bajada efectiva de la ratio de alumnado en las aulas.
– La plantilla estable se va a reducir en gran medida por el cierre de unidades educativas y la supresión de plazas, dato global que la consejería se niega a publicar.
– En los últimos dos años se vienen suprimiendo centenares de puestos docentes en cada curso lectivo en Infantil y Primaria. Consolidar el 25% de 4600 en el siguiente curso será volver a las cifras del curso 2019/20 para seguir eliminando plazas en los siguientes años con un ritmo de supresiones que continúa aumentando de forma exponencial. Por poner un ejemplo, solo en la plantilla del cuerpo 597 se han perdido este curso más de 300 plazas con respecto al curso pasado, y probablemente en el 2021/22 se pierdan más de 400 respecto al 2020/21. Si ese 25% de consolidación de las hipotéticas 4600 plazas se produce, a este cuerpo llegarían unas 600 en el mejor de los casos, por lo que estaríamos peor que hace dos años.
– A partir del próximo curso, el descenso de plantilla va a producirse también en la ESO, por lo que sucederá lo mismo en el cuerpo 590 de Secundaria.
– Existen fondos europeos que han llegado a través del gobierno central para el mantenimiento de los puestos COVID durante este curso.
– La pandemia no solo no ha remitido, sino que actualmente está atacando con especial virulencia a la población en edad escolar.
– Por otra parte, tras dos cursos de pandemia, gran número de alumnado se va a incorporar por primera vez al sistema educativo en el curso de Infantil 3 años. Alumnado con grandes dificultades y deficiencias por no haber estado escolarizado en la primera etapa de 0-3 años. Este alumnado llega en concreto con graves necesidades y carencias en aspectos esenciales de su formación y evolución. Hablamos de cuestiones básicas de psicomotricidad, retraso madurativo, graves trastornos sicológicos, falta de hábitos de aprendizaje, ausencia de socialización con iguales, ansiedad, miedos irracionales, angustia, etc. Mientras, la política que la Consejería de Educación viene ejecutando supone el cierre masivo de estas unidades de Infantil 3 años sin tener en cuenta la situación y necesidades de este alumnado de nueva incorporación. Por el contrario, estamos viendo cómo se han exprimido las ratios y masificado este curso con el objetivo futuro de ir cerrando líneas completas en los centros públicos de Infantil. No se están aportando los necesarios refuerzos en este primer curso de Infantil 2º ciclo para conseguir una adaptación menos traumática y reducir los graves problemas de fracaso que esta situación puede acarrear.
– En resumen: menos recursos, peor situación y futuro desolador.
No olvidemos que el curso pasado muchos centros se quedaron sin nigún tipo de refuerzo. Además, llueve sobre mojado: con un personal física y psicológicamente agotado por el curso y pico que llevamos de pandemia. El 2021/22 exige las mismas medidas higiénico-sanitarias y, sin embargo, a pesar de la quinta ola y de la especial incidencia que está teniendo en la población en edad escolar, la Consejería da un tijeretazo al número de docentes y a los recursos extraordinarios de funcionamiento (pasan de un 10 a un 5%). Tras un año solicitando que estas plazas entrasen en la colocación de efectivos, el gran acuerdo se conoce justo cuando ya están los listados provisionales. No habrá tenido tiempo la pobre consejería de planificar algo tan importante. Se ha limitado al juego del regateo hasta el ultimo momento como si estuviera en un zoco.
Desde FASE CGT exigimos un aumento real y no meramente coyuntural de las plantillas, la bajada de ratios generalizada y una atención adecuada del alumnado (con especial atención al NEAE), así como que se garantice la salud del personal de los centros educativos.