Apropósito de la polémica con las zonas sanitarias en el Campo de Gibraltar. Después de 40 años de elecciones políticas ya se van conociendo los mecanismos que los poderes políticos utilizan para distraer al personal. En el asunto de la atención sanitaria en el Campo de Gibraltar son evidentes las enormes carencias de que adolece. Y no es menor la preocupación porque en bastantes ocasiones son vidas humanas las que están en riesgo de malograrse. La falta de una rápida atención médica provoca empeoramientos que llegan hasta la muerte sin que parezca a pacientes y políticos que eso tenga importancia. La ciencia médica cada vez advierte con mayor insistencia que la prevención y sobre todo diagnósticos precoces suelen ser elementos esenciales para la curación, para el restablecimiento de la salud.
La lista de ausencias no cubiertas, por enfermedad, vacaciones, traslados es enorme en la sanidad pública campogibraltareña. La escases de personal especialista provoca la consecuente acolmatación de las listas de espera o de citas médicas. Las instalaciones que en ocasiones se antojan escasas quedan cerradas por días y días, por falta de personal que las utilice. ¿Cómo es posible que plantas enteras de hospitales queden cerradas en tiempo estival cuando más afluencia de personal se produce en esta zona veraniega.? ¿Cómo es posible que se atrasen operaciones estando los quirófanos desiertos? Más personal es una de las claves esenciales para resolver las graves deficiencias de la sanidad campogibraltareña.
Y en estas estamos cuando se ponen políticos y sindicatos mayoritarios a desojar la margarita de que si es mejor un distrito sanitario o dos en este territorio. Con la que está cayendo pararse a dilucidar este extremo parece ridículo. Y no es que no sea positivo mirar al futuro, pero es que el presente no es como para tirar cohetes y al fin y al cabo la multiplicidad de estructuras gestoras, cuando te dicen los políticos que no hay dineros ni para mantener dignamente la actual se antoja divertida, por aquello de actuar de diversión, distracción, del problema principal que tiene cualquier persona. Cuando hace falta acudir debe siempre haber personal sanitario experto que atienda y punto. La controversia si son galgos o podencos acaba con la muerte de las liebres.
Fdo Rafael Fenoy Rico