Días de incendios, canículas y temperaturas de ficción. Noches electorales de alegrías parciales y penas totales. Pero hoy es 21 de junio, día Internacional de la Educación no Sexista.
En la escuela, en el instituto, tratamos de inculcar a nuestra joven gente la igualdad, buscando una sociedad más justa y libre de violencia. No podemos ignorar a la mitad de la población mundial, mujeres y niñas que en algunos lugares del planeta no tienen ningún tipo de derecho y cuyas vidas carecen de valor allí donde han tenido la desgracia de nacer.
En nuestro país, en el lado bueno (o menos malo) de un mundo globalizado, debemos empeñarnos en continuar nuestra labor coeducativa, por encima de las reticencias de algunas mentes obsoletas; más allá de las políticas que corroen a golpe de decretos descabellados un sistema educativo herido de neoliberalismo y religiosidad de oropel; aspirando al respeto y apuntalando la justicia, sin la cual la paz no puede existir.
En este día señalamos la necesidad de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades en el ámbito educativo. Porque, si fomentamos desde la base la igualdad de derechos y oportunidades para las niñas y los niños, estaremos construyendo una sociedad más tolerante, donde las violencias y los abusos no tengan cabida, y un mundo más libre, más justo, más habitable. Un mundo nuevo.