
Canarias acaba de aprobar un descenso significativo en varias etapas.
En Aragón están a 22 en Infantil y Primaria, 27 en ESO y 30 en Bachillerato; en Castilla y León, a 22 en Infantil y Primaria, 27 en ESO y 32 en Bachillerato; en Cantabria son de 20 en Segundo Ciclo de Infantil y Primaria, y de 25 en ESO; en Cataluña, 20 en Segundo Ciclo de Infantil, 25 en Primaria y 28 en Secundaria. En el País Vasco: 18 en Infantil, 23 en Primaria, 25 en ESO y 27 en Bachillerato. En Asturias, con 23 en Primaria y Secundaria, tienen previsto llegar a ese número en Bachillerato. En Galicia ya hay cursos de Infantil y Primaria a 20 (en el resto se alcanzará ese número en los cursos venideros), 25 es el tope en Secundaria y 30 en Bachillerato. A ellas se suma Canarias el curso que viene, con 16 estudiantes por aula en Infantil de 3 años, 18 en Infantil de 4 años, 20 en Infantil de 5 años, 22 en Primaria y 25 en Secundaria. Actualmente, en las islas, la ratio es de 18, 20 y 23 en los cursos de Infantil, por lo que su situación es mejor que la de Andalucía, antes incluso de llevar a cabo la reducción del curso próximo. Bachillerato se queda fuera del plan de bajada de ratio: la tiene en 30 —frente a 35, en teoría, en Andalucía, que a menudo se convierte en 37 o 38—.
En Primaria cabe la posibilidad de que la ratio baje a 20 «en aquellas clases donde esté escolarizado alumnado con necesidades educativas especiales o alumnado con trastorno grave de conducta o trastorno grave de la comunicación o del lenguaje». En ESO, por el mismo motivo descenderá hasta 22. Asimismo, en Segundo ciclo de Infantil, «se reducirá la ratio máxima en aquellos grupos donde, por tener un número reducido de alumnado, se prevea la constitución de grupos mezclas entre dos niveles», según ha señalado la consejería.
Respecto a la atención a la diversidad, se baja la ratio a un/a orientador/a por cada 250 alumnos de Infantil y Primaria, y se hace posible que los centros de Secundaria con más de 800 estudiantes dispongan de dos orientadores.
Además se incorpora la asignación de profesorado de refuerzo para la mejora de las competencias en comunicación lingüística y matemáticas en el 15 por ciento de los centros que presenten resultados más bajos en las evaluaciones de diagnóstico. Ha habido quejas por haber dejado de usar el Índice Social, Económico y Cultural como criterio para llevar a cabo dotaciones extraordinarias de personal, puesto que este indicador permitía compensar desigualdades en los centros de las zonas más desfavorecidas.
¿En qué se traduce este descenso de la ratio?
En el aumento de las plantillas (por ejemplo: 359 docentes de ESO, 304 de Infantil y Primaria, 122 orientadores, en el caso de Canarias) y en una mejora de la atención al alumnado.
En Andalucía miramos con envidia lo que pasa en esas islas afortunadas. Aquí tenemos las ratios más altas de España, cada vez más aulas mixtas (ya no son algo que se da solo en zonas rurales aisladas, sino también en grandes ciudades), infradotación de personal de Orientación y para atender al alumnado de necesidades.
En diciembre de 2022, el Parlamento de Andalucía rechazó, con la mayoría del PP, tramitar la ILP para la bajada de ratio. En Canarias gobierna Coalición Canarias con el Partido Popular y la Agrupación Herreña Independiente. En la mayoría de territorios donde se ha disminuido la ratio gobierna el Partido Popular. Por tanto, no se trata de algo marciano ni antisistema. Está claro que se puede y se debe. Es solo cuestión de voluntad. La triste realidad es que aquí nos topamos con políticos como el Delegado de Educación de Sevilla, que ignora cuál es la ratio de los distintos niveles educativos. En Andalucía sí se baja la ratio, pero para la concertada, que permanece blindada y así no pierde unidades, mientras se eliminan líneas en la pública, se cierran centros, se fusionan otros… Cuestión de prioridades.