Marchas In-Solidarias

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Pasar del concepto manifestación al de marcha puede ser cuestión simple, aunque la marcha supone distancia considerable, además de encaminarse a algún punto objeto del desplazamiento. En esta acepción se han utilizado sobre todo por el movimiento obrero, cuando de confluir en un punto geográfico se trataba, como por ejemplo las Marchas de la minería, Marchas por la dignidad promovidas por CGT o la marcha por la Paz. También en atletismo la Marcha representa una modalidad de casi carrera.

La Solidaridad, además de ser bella palabra, encierra un significado profundo, casi exclusivamente humano, aunque otras especies animales también desarrollen acciones heroicas de apoyo a sus semejantes.

Un recorrido dominguero por una localidad de un colectivo de personas tiene poco que ver con el concepto Marcha. Pero ¿por qué no usarlo? En momentos especialmente difíciles las manifestaciones pretenden proyectar a la opinión pública la entidad de una problemática no siempre visible para el común.

Para hoy al grupo Popular del Ayuntamiento de Algeciras, haciendo uso de su omnipotente poder convocó una “Marcha Solidaria Día Internacional de la Mujer”, para festejar, se supone, que el 8 de marzo día de la mujer trabajadora. Pero esta “marcha” se organiza para beneficio de la Redmadre. Dice el grupo del Partido Popular, que utiliza la infraestructura del Ayuntamiento para sus fines, que “a través del Banco de Alimentos, irán destinados (los alimentos recogidos) a ayudar a las mamás asistidas en la Asociación Redmadre de Cádiz, delegación Campo de Gibraltar. Para ello el Ayuntamiento alienta a la ciudadanía a participar en esa marcha llevando “un alimento no perecedero un producto infantil”.

La invitación para ayudar a personas que lo necesitan es encomiable, todo llamamiento es poco, para que solidariamente se detengan los desahucios, también de mamás, con hijas e hijos que quedan en la “dura” calle, para ayudar a las personas sin techo, a quienes no tienen recursos para hacer de comer, ni para pagar el agua o la electricidad. Un ayuntamiento, un “ajuntamiento de vecinas y vecinos”, promoverá la ayuda a todas las personas necesitadas, destinando fondos municipales a este fin, retirándolos de los gastos previstos para festejos, manifestaciones sociales, gastos suntuosos, sueldos excesivos, dietas por asistencia a reuniones o consejos de administración… Bien haría el grupo popular en ayudar a toda persona que lo precise, incluidas naturalmente las mamás que atiende esta entidad.

Lo que ya no parece adecuado, razonable es convocar en solitario (la soledad del engreído, del soberbio, del poderoso autosuficiente), un evento, en lugar de concitar la ayuda de todas las instituciones, organizaciones, asociaciones, movimientos ciudadanos, y vecindario en general, para organizar, no una “marcha” sino un programa de trabajo que dé respuestas a las muchísimas necesidades sociales de la ciudad.

Por otro lado un Ayuntamiento debe ser especialmente sensible a encontrar todo lo que une a la ciudadanía y no abundar en lo que la separa, en lo que la divide. Los conceptos de mujer libre, autónoma, de infancia digna sin adoctrinamientos, de embarazo deseado, de fraternidad…entre otros son elementos que cimentan la concordia y el buen vivir en comunidad. Objetivo que debe siempre promover quien salga elegido para gobernar el ayuntamiento y que no debe permitir que la arrogancia y el afán de protagonismo, el ansia por ponerse la medalla, den al traste con cualquier ocasión que precisamente desarrolle la solidaridad general.

Fdo Rafael Fenoy Rico

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