CGT exige soluciones inmediatas para el alumnado del Bachillerato Musical

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La aplicación del Real Decreto 984/2021, de 16 de noviembre, por el que se regula la evaluación y promoción en la Educación Primaria, Secundaria Obligatoria, Bachillerato y la Formación Profesional, a mitad de curso lleva a unos 300 estudiantes a un callejón sin salida.

La raíz del asunto está en las contradicciones entre el RD 984/2021 y la Ley de Educación LOMLOE, que entró en vigor 10 días antes y que fija la rama de Arte como la única que habilita para cursar el Bachillerato Musical, mientras que el decreto andaluz remite a la normativa anterior y permite que se pueda cursar desde cualquier rama (Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales y Arte).

A mediados del segundo trimestre, con sus matrículas formalizadas desde hace meses, con sus horarios cerrados y con materia superada, el alumnado de Bachillerato Musical se encuentra con la noticia de que tiene que cursar la asignatura de Fundamentos de Arte (I y II) al haber entrado en vigor el nuevo real decreto.

Aunque esta asignatura no se imparte en todos los centros (por ejemplo, en toda la provincia de Málaga solo dos centros la ofertan), la Administración, experta en echar balones fuera, ha dado una “solución” que a nadie convence: que el alumnado afectado se cambie de modalidad. Y se queda tan ancha.

No vamos a hablar aquí del desprestigio de las carreras artísticas en nuestro país, pero a nadie se le puede escapar que cambiar las reglas del juego a mitad del partido supone un total desprecio hacia este alumnado por parte de la Administración, quien no valora un ápice el esfuerzo inmenso que conlleva compatibilizar estudios de conservatorio y de bachillerato.

¿Bachillerato de Artes o Bachillerato Desastre?

El alumnado padece, una vez más, la falta de planificación en materias de Educación y se le obliga a pagar por los errores de la Administración.

Si en su momento (esto es, antes de la formalización de la matrícula) se hubiese informado debidamente al alumnado y a las familias, podrían haber tomado una decisión acerca de qué modalidad estudiar. Pero no fue así y por eso es totalmente inadmisible que a estas alturas, con 5 meses de curso escolar a nuestras espaldas, la única solución que da la Administración sea el cambio de modalidad.

¿Qué pide CGT?

La única forma de resolver el entuerto es, según CGT, dar una moratoria al alumnado de 1º Bachillerato Musical, igual que se hizo el curso pasado con el alumnado que ahora está en 2º. De no ofrecer esta moratoria, la Consejería de Educación tiene la obligación de dotar hoy mismo de docentes que impartan Fundamentos de Arte a cualquier centro en el que haya al menos una persona matriculada en Bachillerato Musical.

Por último, el sindicato advierte a la Junta de Andalucía de que estará atento para que no se cometa ninguna ilegalidad y que, en el caso de que permita al alumnado cursar Fundamentos de Arte en alguno de los pocos centros en los que ya se imparte, el número de personas matriculadas no podrá superar en ningún momento la ratio establecida o tomará las medidas oportunas.

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