Cambio de modelo de las pruebas de acceso a ciclos: improvisación y falta de respeto

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La convocatoria de pruebas de acceso a los ciclos formativos de grado medio y superior se publicó el pasado 25 de marzo de 2021, siguiendo lo establecido en la Orden de 21 de febrero de 2017, por la que se regulan dichas pruebas y el curso de formación específico que se imparte a las personas que aspiran a acceder a estudios de formación profesional sin las titulaciones requeridas. El perfil de alumnado que acude a estas clases de preparación es muy específico, con un alto porcentaje de personas introducidas en el ámbito laboral y con cargas familiares, por lo que el tiempo de preparación es y ha sido clave en su evolución a lo largo de los siete meses de curso transcurridos antes de la convocatoria oficial de las pruebas.

Sin embargo, en la convocatoria que regula las pruebas del año 2021 se ha realizado un cambio en el formato que, según se indica en la misma, se basará en “un procedimiento informático de diseño, corrección y evaluación de las pruebas (…) Las preguntas de las pruebas serán tipo test de elección de respuesta múltiple (cuatro posibles respuestas y solo una de ellas correcta)”.

El cambio de modelo de prueba perpetrado a dos meses de su realización, y tras siete meses de una preparación basada en el formato de pruebas vigente hasta esta convocatoria, es un ejemplo más de la improvisación a golpe de ocurrencias de la consejería del Sr. Imbroda, y no se sustenta en ningún criterio pedagógico. Eso sí, cabe la posibilidad de que el “procedimiento informático” sea susceptible de ser externalizado; de este tema nada se sabe aún.

Como señalan los docentes que están impartiendo las clases de preparación de las pruebas, el cambio hacia un modelo de prueba tan específico y cerrado hace imposible acreditar “la madurez necesaria en relación con los objetivos del bachillerato, así como los conocimientos específicos que se requieren para el ciclo al que se desee acceder”, que es lo que se plantea en el artículo 15 de la Orden del 21 de febrero de 2017 y de conformidad con el artículo 20.1 del RD. 1147/2011 de 29 de julio, frente a lo que plantea la actual convocatoria del 25 de marzo de 2021. En definitiva, una prueba tipo test difícilmente permite llevar a cabo una evaluación global, diagnóstica, formativa, flexibilizadora e integral, en la que se pueda apreciar el desarrollo de conocimientos de las personas aspirantes.

Por otra parte, el profesorado que imparte las clases de preparación de las pruebas de acceso no ha recibido a fecha de hoy modelos de los nuevos exámenes. Es esperpéntico que en la documentación publicada sigan apareciendo como ejemplo las pruebas de años anteriores, que nada tienen que ver con los nuevos exámenes tipo test que se proponen para este año.

Finalmente, lo que nos parece más lamentable es que, ante el cambio de formato de las pruebas, el profesorado que imparte las clases preparatorias haya sido abandonado a su suerte, que no haya recibido información precisa sobre sus contenidos y formato más allá de lo que aparece en la convocatoria y que se haya visto abocado a elaborar de forma apresurada materiales que permitan la preparación de su alumnado para este nuevo modelo.

Desde FASE CGT exigimos que la Consejería de Educación aclare públicamente cuál será el procedimiento informático de diseño, corrección y evaluación de las pruebas y quiénes serán sus responsables. Y, sobre todo, exigimos que muestre más respeto por el trabajo docente y por las personas que llevan siete meses preparándose para unas pruebas que nada tienen que ver con el cuestionario tipo test informatizado al que tendrán que enfrentarse.

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