ARDE LA ESCUELA AL SOL DE PONIENTE

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El jueves 20, una ambulancia acudió al IES NICOLÁS COPÉRNICO de Écija para atender a una profesora por un golpe de calor.
 
CGT denuncia los efectos de las altas temperaturas en los centros escolares y exige la climatización de los mismos, así como la redacción y puesta en marcha de un protocolo de actuación sobre las altas y bajas temperaturas en los centros educativos andaluces que se ajuste a la normativa existente.

Hace casi una década, CGT inició una campaña de denuncia de las condiciones de trabajo bajo estrés térmico en los centros educativos de Andalucía. La normativa es clara: el RD 486/1997 (BOE 24/04/97) establece, negro sobre blanco, que en los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares la temperatura estará comprendida entre los 17 y 27 ºC. Por tanto, si la temperatura es inferior a 17 o superior a 27 ºC existe un riesgo de estrés térmico.
 
Estos últimos años estamos comprobando que en periodos escolares persisten extremos cálidos y húmedos. En nuestras latitudes, los cambios globales están ocasionando un inicio prematuro del verano y tardío del otoño. Situación esta que provoca la exposición de la jornada escolar a temperaturas que desbordan los límites establecidos en el decreto que regula las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

En junio de 2017, coincidiendo con la ola de calor, CGT presentó más de 50 denuncias y las familias se organizaron para protestar por las temperaturas extremas. Tras el anuncio de la tramitación de una ley de climatización de los centros escolares andaluces, toda la ciudadanía en general pensó que el bienestar de nuestras hijas e hijos y de las trabajadoras y trabajadores de la enseñanza pública andaluza iba a primar sobre los intereses y estrategias electorales. No ha sido así.
 
Ocurra lo que ocurra en el Parlamento Andaluz, la terca realidad no entiende de estrategias políticas.  Gracias a la oposición del partido que gobierna la comunidad andaluza y de los intereses del PP y C´s,  empecinados en extender una propuesta pensada para la red pública de centros a la educación privada-concertada, la iniciativa de una ley de climatización se ha convertido, una vez más, en papel mojado. 
 
Mientras tanto, los termómetros en el interior del Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento Andaluz, de la Consejería de Educación en Torretriana y de todas las Delegaciones Provinciales de Educación no alcanzarán los 22 ºC y en miles de centros escolares andaluces se superan los 30 ºC, situación agravada en algunos casos por un alto índice de humedad.

  En septiembre de 2017, la Consejería de Educación publicó  un Protocolo General de Actuación en el ámbito educativo ante las olas de calor o altas temperaturas excepcionales, que a nuestro juicio disfraza de norma la regulación de situaciones tan excepcionales que ignora por completo la realidad de muchos centros escolares andaluces. Baste ilustrar que en el citado protocolo se considera  que el umbral mínimo a partir del que se puede hablar de situación de nivel amarillo —el más bajo— es de 38º centígrados en la zona del Estrecho, en la zona del Valle de los Pedroches o la Campiña cordobesa  —alcanzándose el nivel rojo con los 44º grados centígrados—.

Este protocolo general, que se debería concretar en cada centro educativo a través de un análisis de sus circunstancias, establece —entre otras— como medidas específicas ante situaciones de alarma meteorológica: la flexibilización del horario del alumnado, la posibilidad de que este pueda salir del centro a requerimiento de las familias y la consideración de las faltas del alumnado como justificadas.
 
No hay en el protocolo reseñado ni una sola mención a las normas de seguridad y prevención de riesgos destinada al profesorado. Esto supone un irresponsable olvido de la normativa existente sobre salud y seguridad laboral.

Por ello, CGT exige a la Consejería de Educación la climatización de los centros escolares andaluces, así como la redacción y publicación de un protocolo realista de actuación permanente para altas y bajas temperaturas,  ajustado a la normativa que regula la seguridad y la salud en los centros de trabajo y, por extensión, los centros escolares. CGT seguirá denunciado estas situaciones que se multiplican por toda la geografía andaluza.
 

NOTA: Nos alegramos de la reincorporación de la profesora al IES NICOLÁS COPÉRNICO el lunes 24. Esperamos que no haya más casos como este.

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